lunes, 9 de noviembre de 2009

POBREZA INCREMENTA VIOLENCIA EN COMUNAS DE MEDELLIN

Las comunas más violentas, son las más pobres. Así se dejo ver en la conferencia realizada por Jorge Melguizo, secretario de desarrollo social de Medellín y María Victoria Llorente, directora de la fundación Ideas para La Paz, en el Banco de la República de Medellín.

Los sectores de la ciudad en los que se concentra la violencia son Doce de Octubre, Castilla, Popular, Robledo, Aranjuez, Manrique y La Candelaria, es decir, donde está concentrado el 52 % los habitantes de Medellín. El incremento más reciente se concentra en el centro de la ciudad, seguido por Aranjuez y San Javier.

En un análisis de la evolución de los homicidios en la ciudad desde 1987, el punto más alto se registró en 1991 y en los últimos 9 años, el más bajo fue 2007, pero en 2008 y 2009 se han disparado nuevamente con tendencia a seguir creciendo.

En cuanto a los homicidas, son en su mayoría hombres entre los 16 y los 30 años y viven a menos de 2 mil metros de los lugares en donde realizan sus operaciones criminales. Las víctimas, están en su mayoría en los mismos rangos de edades. Ante esto, buena parte de los adolescentes de la ciudad están expuestos a ser reclutados por la delincuencia común o el crimen organizado, aislarse para protegerse al interior de las familias o emigrar a otras ciudades.

Ante esta difícil situación, se requiere un plan de choque con recursos económicos, humanos y tecnológicos.

jueves, 29 de octubre de 2009

CIUDAD DE INDIGENTES, RATEROS Y PENDEJOS

Crecen la indigencia y los atracos callejeros a mano armada en Medellín. La ciudad modelo en la que “no ha fracasado el proceso de reinserción”, ni “los combos se están rearmando”, ni “hay una guerra armada por el control de las plazas de vicio”, está plagada de indigentes y ladrones callejeros. Aunque siendo justos, lo correcto es decir habitantes de la calle o en condición de calle, porque indigente, significa que no tienen el “estatus” de gente y no creo que el asunto llegue hasta allá. Los segundos, sí son simples ladronzuelos.

Aunque el enunciado inicial llevaría a pensar que el incremento de los atracos es consecuencia del desbordado número de gente viviendo en la calle, no tengo ningún elemento para hacer tal afirmación y además no creo que sea así. Para ilustrar un poco lo que digo, voy a contar una pequeña historia de la vida real: semanas atrás iba caminando con un amigo por el centro de Medellín (nunca me ha gustado el centro), exactamente Parque Berrío, eran las 6 de la tarde y de repente un hombre joven, de unos 24 años, se abalanzó por detrás sobre mi amigo y amenazándolo con un puñal, lo obligó a entregarle el dinero que tenía en el bolsillo, el celular y salió corriendo. Cuento esto para referir que el asaltante en cuestión, no tenía aspecto de habitante de la calle ni mucho menos (tampoco era el tipo mejor arreglado o más bien parecido), pero el caso es que logró, en menos de un minuto, llevarse 110 mil pesos y un celular, todo esto en el corazón de la ciudad y a menos de una cuadra de donde estaba un policía.

Ahora volvamos a los habitantes de la calle. Hace algún tiempo, en uno de mis trabajos periodísticos, entré a dos de las temibles “cuevas de vicio” del sector de San Benito, verdaderas guaridas plagadas de droga y a reventar de personas (en una había alrededor de 300 y en otra cerca de 150). Con todo y lo tétrico del panorama, los horribles olores y la traba al “estilo pajarito”, quienes estaban allí resultaron ser bastante inofensivos; cada uno en su mundo, con sus alegrías y tristezas, su historia, sus problemas… Pero al final, muchos ni se percataron de mi presencia, otros se limitaban a levantar la cabeza y uno que otro saludaba amablemente. Otro sector en el que pululan los habitantes de la calle, es el de La Macarena. Basta con pasar por ahí en carro para verlos a lado y lado de la autopista en sus actividades rutinarias, en sus cambuches o simplemente deambulando. Éstos también parecen ser bastante menos peligrosos que los rateros callejeros, porque uno ve al resto de la gente circulando tranquilamente por ahí y, al parecer, nada del otro mundo pasa.

Frente a estas dos situaciones, surgen varios interrogantes: ¿Por qué le huimos más al “indigente” y nos cuidamos menos del que está al lado que puede ser un ratero?, ¿por qué la policía persigue tanto al que viste harapos y huele mal, mientras por sus narices pasan los delincuentes con puñales que van a atracar al transeúnte desprevenido?

No digo que los habitantes de la calle sean las ovejas más mansas del rebaño o que el problema se reduzca a los atracadores callejeros, sólo me refiero a que el control debería ser más efectivo para todos y a que nosotros mismos deberíamos estar más prevenidos frente a todo el mundo. Menos mal que la brecha entre ricos y pobres está disminuyendo en Colombia, porque los pobres se están acabando. Claro, están llegando a la indigencia, lo que significa que ese panorama va a ser tan común, que tal vez así dejemos de mirarlos como bichos raros, pues al fin de cuentas todos vamos a terminar en el mismo costal o, siendo más preciso, cargando un costal.

En una ciudad llena de habitantes de la calle y rateros de quinta (porque hay otros más elegantes para robar), nunca se sabe. Y esto es producto de muchas cosas: una seguridad democrática que reprime, pero no soluciona, unos políticos baratos que se dedican a decir que no pasa nada, que todo está controlado y que los problemas son producto de la imaginación de la oposición (aclaro que no soy de oposición radical, ni de izquierda) y un montón de pendejos como usted y yo, que nos comemos todos los cuentos, mientras la sociedad está desbaratada. Dichosos los que no se incluyen en ninguna de las categorías del título. Para ellos, este comodín: si quiere y puede haga algo, si no, pues no haga nada.

miércoles, 21 de octubre de 2009

BLOG: PARA USTED, PARA MI, PARA LA EMPRESA...

El blog se ha convertido rápidamente en la herramienta más utilizada por ciudadanos comunes y corrientes para expresar sus opiniones, informar e interactuar con miles de personas alrededor del mundo.

Los blog son herramientas versátiles, prácticas y buscan esencialmente privilegiar los contenidos,que bien utilizadas pueden terminar catapultando a las empresas hacia el éxito. Algunos elementos que deben tenerse en cuenta a la hora de implementar un blog para la empresa, tiene que ver con la utilidad y con que primordialmente se trata de una posibilidad para establecer una conversación más cercana con clientes, consumidores o críticos.

De cualquier manera, es necesario pensar en el estilo, las personas a las que llegará, el manejo de los temas y estar prestos a recibir críticas. Es fundamental buscar adeptos, evitar convertirlo en un espacio de comercialización y mantenerlo actualizado.

Resulta necesario hacer un análisis relacionado con que además de que el blog sea una plataforma para publicar contenidos, es un medio de comunicación inserto en la Internet y, por demás, es una tendencia social con crecimiento acelerado. En toda esa encrucijada social tecnológica, aparece un concepto global que reúne a todos los miembros de los blog (o al menos pretende hacerlo): la blogosfera.

Lo esencial aquí, es que el blog, es un medio para hablarle a los demás, ya sean unos cuántos lectores o miles de ellos.

Si usted quiere ampliar sus conocimientos sobre este tema, no deje de leer un buen libro como "Manual de Uso del Blog en la Empresa"

Y por supuesto, para crear su blog, vea el video que sigue.

CÓMO CREAR UN BLOG

martes, 29 de septiembre de 2009

CORREGIMIENTO RIOVERDE DE LOS HENAOS

Estamos sentenciados a creer en lo que nos dicen, porque pocas veces tenemos la opción de acceder a información de primera mano de lo que está pasando en ciertas regiones. Pues bien, lejos de lo que muchos dirían y más lejos aún de lo que otros pensarían, hoy se está presentando una grave situación en el corregimiento Rioverde de los Henaos, del municipio de Sonsón.



viernes, 11 de septiembre de 2009

LAS BASES MILITARES Y LOS DISTURBIOS EN LA U DE A

Las bases militares estadounidenses en Colombia, se han convertido en tema de debate nacional e internacional que ha trascendido más de lo que debería. Los gringos han estado aquí por décadas y así seguirá siendo.

Durante esta semana me he topado todos los días con estadounideneses. Tres veces en el Metro y dos veces más en la universidad. Parece algo tan convencional que nadie se da la vuelta siquiera cuando los escuchan hablar en inglés o ante su apariencia diferente al prototipo colombiano. Los gringos ya hacen parte de nuestra cultura, de nuestras vidas, los tenemos de vecinos, de amigos e incluso de familiares. Entonces, si son una realidad presente en nuestras ciudades, ¿por qué tanto escándalo con la llegada de presencia militar norteamericana a bases colombianas? La intervención militar de ese país ha favorecido durante los ocho años de gobierno de Uribe, la seguridad democrática que tantos aquí veneran e incluso antes, desde la puesta en marcha del Plan Colombia.

Resulta absurdo ahora rechazar a los gringos, porque simplemente al vecinito venezolano no le gusta, o mejor no le conviene nada tenerlos tan cerca, vigilando, expiando, controlando. Nadie aquí había dicho nada o se había manifestado en contra de la presencia norteamericana, hasta que el detestado, pero escuchado más de lo necesario Chávez, empezó a quejarse.

Y hay cosas verdaderamente absurdas. La ultima ocurrió ayer en la Universidad de Antioquia, donde un grupo de revoltosos salieron a protestar contra "la presencia de Bases Militares Estadounidenses en Colombia", pero en realidad terminaron mostrando su vandalismo y tendencia terrorista. ¿Es lógico protestar contra el "intervencionismo militar" utilizando explosivos y armas (no de fuego, pero sí artefactos con cierta complejidad tecnológica)?, ¿es coherente que una universidad de 30 mil estudiantes tenga que ser evacuada a las dos de la tarde, porque algunos revoltosos están enfrentándose a punta de papas bombas, piedras y artefactos lesivos, con la policía?, ¿sirve de algo que un estudiante pierda una mano y otro resulte con serias quemaduras en la mayor parte de su cuerpo (seguramente se lo merecían), porque se les ocurrió armar "pequeñas bombas" para enfrentar el escuadrón antidisturbios? NO, no lo es. Esa es la muestra de los actos terroristas de que son capaces unos cuantos y que terminan apoyando la tesis del Gobierno de que se necesita apoyo militar extranjero. Pues bien, ante actos vandálicos (por no decir terroristas) como los de ayer, ahí están las bases. No las querían, pero por sus actos, ahí las tienen.
Acudo al comunicado emitido por la rectoría de la Universidad de Antioquia, después de que tomaran la decisión de evacuar el campus para "proteger la vida y la integridad de los miembros de la comunidad universitaria, lo mismo que los bienes patrimoniales del Alma Máter": "la Universidad repudia el uso de la violencia bajo todo pretexto, y exhorta a privilegiar el diálogo, la crítica razonada y la protesta pacífica, como medios imprescindibles para mantener la convivencia y la gobernabilidad.

Dos jóvenes liciados y nada logrado. ¿Cuándo aprenderemos?

lunes, 25 de mayo de 2009

EL PULPO Y LOS PESCADITOS

La democracia se basa en la libertad y pluralidad de pensamiento y se garantiza con la renovación de las personas que guían las instituciones. Sin embargo, cuando algunos personajes se mantienen en el poder por más tiempo del tradicional, las garantías para que otras personas lleguen a ocupar esos puestos como servidores públicos se ven bloqueadas, diezmadas y en muchos casos anuladas.

Estamos a menos de un año de las elecciones para elegir Congreso y Presidente de la República, pero la incertidumbre electoral sobre quién ocupará la presidencia, ha hecho carrera en todo el país; aún no está claro quiénes serán los candidatos y no se sabe si el actual Presidente presentará su nombre en las próximas elecciones, con el agravante de que muchos de los que se dicen precandidatos están arrodillados ante el emperador Uribe, esperando que éste diga si quiere o no un tercer mandato. Lo que sí está claro es que el Presidente está en campaña (como lo ha estado en los últimos 7 años), lo que se evidencia en que cada semana utiliza los medios nacionales para hacer proselitismo y politiquería y repartir uno que otro “chequesito” de manera irresponsable en los Consejos Comunitarios. Así las cosas, las demás personas interesadas en ocupar la presidencia están en una absoluta desventaja frente al candidato – presidente que tiene a su entera disposición toda la maquinaria del Estado para figurar y hacer campaña. Como lo ha dicho la propia senadora Cecilia López, al cuestionársele por su precandidatura siendo congresista activa, “¿qué es una camioneta de un senador, frente al avión presidencial o qué es el canal del Congreso frente a la exposición mediática diaria del presidente Uribe?”

Ya en la primera reelección presidencial en Colombia se dijo de múltiples maneras que los demás candidatos no tenían las suficientes garantías para participar en la contienda electoral. Ahora, con un Presidente envalentonado por espectaculares triunfos militares en su lucha contra el terrorismo y con una conveniente simpatía en órganos como la Fiscalía, la Procuraduría, la Contraloría, amplias mayorías en el Congreso y una jugada maestra para elegir los magistrados de la Corte Constitucional de manera que fueran cercanos a sus ideologías, la desventaja es aún mayor. Esta situación se agrava si se tiene en cuenta que el Consejo Nacional Electoral es controlado de manera descarada por el Ministro del Interior, aunque se supone que es un órgano de control independiente.

Mientras tanto, cada día crece la baraja de precandidatos a la Presidencia de la República, pero salvo honrosas excepciones, muchos son una fiel copia del Presidente, lo que no hace más que confundir a los electores, quienes ante la pobreza de esas propuestas (probablemente una situación generada a propósito), ven a Uribe como el mesías, el único y verdadero salvador.

Los resultados de encuestas que se muestran en diferentes medios, son un claro reflejo de lo que hasta aquí se ha dicho. Muchos prefieren omitir al presidente Uribe de sus preguntas para poder medir el grado de favorabilidad de los demás precandidatos entre los electores. Lo que resulta de ahí es una clara división, que lleva a concluir que en caso de que Uribe no sea candidato, tendrán que hacerse por lo menos dos vueltas para elegir al primer mandatario de los colombianos. Esto muestra dos cosas: la primera es que la desventaja de un candidato “común” frente a un presidente en ejercicio es abismal y, la segunda, es que ninguno de los precandidatos tiene la suficiente fuerza y claridad propositiva para convencer a los electores.

Las garantías no están dadas para las elecciones que se realizarán en el 2010. Ninguno de los precandidatos debería estar aprovechando su acceso a herramientas del Estado para hacer campaña. Los congresistas activos tienen ventajas por los puestos que ostentan, los ex ministros utilizaron hasta más no poder su cargo para hacerse ver (ahora aparecieron las vallas de agradecimiento), los liberales están entre apartarse o no del Presidente porque cualquiera de las dos posiciones les hará ganar o perder votos, los conservadores son uribistas declarados, el Polo está polarizado y no tiene nada claro y los ex alcaldes y ex gobernadores aprovechan la alta popularidad que tuvieron mientras ostentaron sus cargos para tratar de convencer. En ninguno de los casos se sabe de dónde sale el dinero para las campañas (o de dónde salió) y no hay una clara separación entre las funciones de cierto cargo y las acciones proselitistas.

Lo que queda en evidencia es que “replicar y andar la procesión” riñe con la institucionalidad y la transparencia, aunque esto parece importarle poco a unos y otros que lo único que hacen es tirarse la pelota para ver quién se deja meter el gol. Aquí importa más el quién que el qué, cuando finalmente el que está perdiendo es el pueblo. Como están las cosas, vamos a terminar igualitos que un país vecino, con un cacique, unos títeres y una oposición desbaratada. Mientras las reglas de juego no estén claras no habrá garantías, porque es imposible que un puñado de pescaditos (algunos delfines) sea capaz de derrotar a un pulpo que ya se ha llevado por delante la institucionalidad representada en las cortes, los órganos de control y la dignidad del pueblo.

viernes, 20 de marzo de 2009

MEDELLIN SE DESANGRA

En Medellín hay una guerra armada oculta, escondida, desalmada y de las más altas connotaciones bélicas para la sociedad y para los ciudadanos que cada vez tienen más miedo frente a la difícil situación de orden público que aqueja a la ciudad.

Aunque las autoridades locales (actuales y anteriores) no reconocen lo que está pasando y al contrario pretenden maquillar la realidad, en Medellín la situación de orden público está desbordando los límites en los que se puede mantener oculta y poco a poco empiezan a aparecer en los medios, vestigios de lo que se mueve "por debajo" de lo público. Panfletos con amenazas, sicarios en las calles, enfrentamientos armados en los barrios, un mercado creciente de estupefacientes a toda escala, desde toneladas que van y vienen, hasta cientos de dosis personales que son distribuidas por jíbaros en reconocidas zonas del centro y en casas de vicio de los barrios, dejan ver que por mucho que se diga que no, la verdad es que el problema está tomando dimensiones alarmantes.

Medellín tiene un pasado trágico, desastroso y doloroso de violencia y muerte. Conflicto que en gran medida ha sido financiado por el narcotráfico y ejecutado por las facciones urbanas de la guerrilla, los paramilitares y las bandas y combos denominados de delincuencia común. En esas épocas de guerra miles de personas murieron y desaparecieron, otras tuvieron que desplazarse al interior de la ciudad o irse lejos para salvar sus vidas. Las historias más desgarradoras ocurrieron hace apenas 20 años. Muchos medellinenses recuerdan la época de Pablo Escobar y la retoma de algunas zonas de la ciudad como Aranjuez, Santa Cruz y los Populares a manos del ejército, comandado en ese entonces por el general Harold Bedoya. La leyenda urbana habla de que instituciones como el colegio Gilberto Alzate Avendaño, era la escuela de los sicarios de Pablo y que allí muchachos de 13 o 14 años iban clase armados y que había patios que eran propiedad de ciertos grupos, como lo son ahora las cárceles. En ese entonces también se enfrentaban a bala al estilo de cárceles como Bellavista. La única diferencia era que no había presos y guardianes, sino estudiantes y profesores. En esa época el ejército se apoderó de las terrazas de las casas y hacía allanamientos diariamente, donde encontraban toneladas de armas en los barrios. También encontraron pillos por doquier y cuenta la gente que muchos de ellos fueron acribillados en la calle y tirados al río Medellín. La orden era clara, limpiar, y lo estaban haciendo. Claro, el terrorismo del narcotráfico superaba con creces esa supuesta crueldad del ejército.

Hechos más recientes aún no se borran de la memoria de la ciudad y del país. La comuna 13 también fue recuperada a sangre y fuego por el ejército y hoy se habla de todos los excesos de esa retoma. Esa comuna era un nido de delincuentes, un territorio perdido, el bajo mundo en medio de la ciudad y por algún tiempo se logró recuperar.

El origen del problema ahora es el mismo. Un capo del narcotráfico, un grupo de traquetos que pretenden controlar ciertas zonas de la ciudad para servir a los intereses de ese capo y otra serie de narcotraficantes que quieren parte de la torta al precio que sea. No precisamente dinero, sino toda la violencia que sea necesaria para imponerse y quedarse con todo.

De nada sirve negar y desestimar la amenazas, recoger los muertos en tiempo récord (antes se demoraban hasta cuatro horas, hoy lo hacen en menos de media) y ocultar la información a los medios de comunicación, si en la práctica, en la vida real, en el colectivo, en el barrio, los hombres armados, los que extorsionan y matan, hacen de las suyas. Hacía mucho tiempo no se escuchaba de enfrentamientos con armas de fuego en los barrios y ahora han vuelto, por muchos días la gente no temía salir a la calle y ahora prefieren evitarlo. Aquí están matando diariamente entre 10 y 15 personas, lo que habla de que la guerra ha vuelto, de que el Estado no puede seguir en una burbuja diciendo que no pasa nada, que las amenazas son basura y que los enfrentamientos son mentira, porque no figuran en las estadísticas. Mientras tanto, mientras se le vende una imagen errónea al mundo de un remanso de paz, en las zonas dónde no van los extranjeros, en los barrios populares, en Manrique, Aranjuez, Santa Cruz, Robledo, Belencito y muchos otros, todos los días intimidan, amenazan, extorsionan y matan. Todos los días por las calles corre la sangre de personas que en la mayoría de los casos no superan los 30 años y que se están matando porque les ofrecieron un millón de pesos, un revólver y una moto. Y la razón de por qué aceptaron ese "trabajo" es simple: el Estado no fue capaz de ofrecerles un empleo digno en el que al menos les pagaran el mínimo.

Medellín se desangra, porque no hay otra posibilidad. El narcotráfico ha vuelto a sembrar el terror y los muchachos que son reclutados, en su mayoría, no tienen otra opción. La ciudad ha vuelto a la guerra y a la ciudad ha vuelto la guerra, tal vez no con las mismas proporciones que ha conocido, pero es el comienzo. Ninguna guerra empieza grande, todas tienen un origen en la base, en el pueblo y aquí el pueblo es el caldo de cultivo, el dinero del narcotráfico el combustible y la indiferencia del Estado la excusa... Lo que sigue es un baño de sangre a gran escala.

miércoles, 14 de enero de 2009

EMBAJADAS Y CONSULADOS COLOMBIANOS: UNA OPORTUNIDAD DESAPROVECHADA

Por:
Mauricio Zuluaga Ruiz

De acuerdo con información de la Cancillería colombiana, el país cuenta con la siguiente representación diplomática en el exterior: 47 Embajadas, 63 Consulados y 5 Misiones Diplomáticas ante organismos internacionales. En ellas, un millar de ciudadanos colombianos representan los intereses políticos, económicos, sociales y culturales de nuestro país, algunos de estos funcionarios hacen parte de la carrera diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia y otros hacen parte de la representación política, pero finalmente todos hacen parte del Gobierno Colombiano en el exterior.

Para las Embajadas de mayor importancia (EEUU con Carolina Barco, Reino Unido con Noemí Sanín, España con Carlos Rodado, Francia con Fernando Cepeda, entre otros se cuenta con personalidades de primera línea y de ahí en adelante se van barajando nombres que otrora han representado algún nombre o apellido para el país (Sabas Pretelt de la Vega, Julio Londoño Paredes, Claudia Turbay Quintero, Francisco Noguera, Luis Fernando Jaramillo, Camilo Ospina, Claudia Blum, Luis Guillermo Ángel, Rosso José Serrano, Carlos Holmes Trujillo, Tony Jozame, Francisco Lloreda, Juan Alfredo Pinto, Patricia Cárdenas, etc., etc., etc.), es decir, ex ministros, ex viceministros, ex congresistas, ex directivos, solo ex, ex, ex.

Ha habido casos incluso, en que nuestras representaciones diplomáticas han dejado mucho que desear, recordemos por ejemplo a Carlos Moreno de Caro como Embajador ante Sudáfrica, Salvador Arana como Embajador en Chile, Jorge Noguera como Cónsul en Milán o casos menos sonados como el escándalo acontecido con el ex Cónsul de Colombia en Tabatinga, Marco Antonio Caicedo Avendaño en la frontera con Brasil, o la perla más reciente del cónsul en la ciudad venezolana de Maracaibo, Carlos Galvis Fajardo, quien tuvo que renunciar por sus comentarios sobre las elecciones regionales del país vecino con José Obdulio Gaviria, alto consejero presidencial de Uribe, o lo que se puede esperar de nuestras relaciones con Sudáfrica al nombrar como nuevo Embajador a Edgar Perea.

Las embajadas y consulados colombianos están siendo una oportunidad desaprovechada para el país, sólo se están utilizando para el pago de favores políticos o para mantener buenas relaciones con apellidos tradicionales en el país, pero no se están viendo como alternativas de negocios con el resto del mundo, como nuevos nichos de mercado y como nuevas posibilidades para buscar más y mejores alternativas para los productos y productores de Colombia en el exterior.

Las representaciones diplomáticas en el exterior, pero sobre todo los consulados, deben ser una ventana de negocios, una oportunidad de venta, una representación que verdaderamente sepa los avatares de los negocios internacionales que apoyen la labor del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que promuevan el nombre del país en el exterior y no sólo sirvan para representar a Colombia en cócteles o reuniones de gala que poco sirven y mucho le cuestan a los bolsillos de todos los colombianos a través de sus impuestos.

Por ello, se recomienda que las embajadas y en mayor medida los consulados funcionen como las notarías en el país, que se auto sostengan y que además un porcentaje de los recursos que generen sean para el erario público. Por ejemplo, los principales Consulados de Colombia en el exterior son Miami, Madrid, Barcelona, Caracas, entre otros, éstos deberían servir como casos piloto para implementar las medidas, donde el Cónsul General venda servicios, genere recursos, auto sostenga el consulado y además genere ganancias. Si esto funciona bien, cada consulado podría tener sus propios ingresos, tendrían que moverse más en el país donde se ubiquen, buscar más negocios, más empresarios e inversionistas interesados en Colombia y aportar más a la economía del país. Allí donde estas representaciones diplomáticas sólo generen costos, se debería tener, sólo por representación política, uno o dos delegados, sin que representen mayor carga para el fisco nacional o para los recursos recaudados y administrados por la Cancillería colombiana.

De esta forma se podrían abrir más consulados, se podrían promover más negocios, y sobre todo, se podría contar con funcionarios colombianos en el exterior que verdaderamente estén aportando al desarrollo del país desde el exterior y no sólo sirvan como una carga presupuestal que ande de cóctel en cóctel sin ningún servicio para el país.