jueves, 5 de septiembre de 2013

¿En qué irá la entrevista a la monja muerta?

Hace algún tiempo, mientras estaba en auge la canonización de Laura (la monja de Jericó que salvó a los indios de lo que no los tenía que salvar) , una editora nacional de noticias le escribió a su periodista en Medellín, para que buscara a la monjita (en Jericó) y la entrevistara para el medio día. Nada raro hasta ahí, excepto porque la monja en cuestión había muerto hacía poquito (60 años no más).  

Increíble pero cierto. No la muerte de Laura, sino la ignorancia de la editora. Más allá del error al que todos estamos expuestos, el hecho de la referencia muestra hasta qué punto nos lleva la carrera, el afán, la ignorancia, la falta de sentido común... Como decían en el colegio: tan faltos de todo, tan llenos de nada. 

Pero no es la primera vez que llegan flamantes órdenes desde Bogotá para que las regiones las ejecuten. Todo, por supuesto, con mensaje de urgencia. El pequeño detalle es que en la capital desconocen las regiones, las distancias, las limitantes y hasta la historia. 

El caso de la monja Laura es apenas uno de ignorancia (cualquiera sabe (?) que no se canoniza a un vivo), pero en mis trasegares por la vida me he encontrado con pretensiones bogotanas sencillas. Por ejemplo, piden que un personaje vaya en un solo día de Ituango a Urrao, pase por Fredonia, entre a Amagá y en el tiempito que le quede tome unas foticos de Medellín desde el Cerro Nutibara y después de las gordas de Botero (y que se vea el Metro). Todo lo anterior, por supuesto, por tierra (utilizando las autopistas antioqueñas) y con viáticos limitados (vaya en el primer vuelo de Bogotá a Medellín y regrese en el último, porque no se puede pagar hotel y el límite por comida es de 7 mil). No es mentira. Pasó hace menos de un mes en una comisión ordenada por el Ministerio de Hacienda a un equipo de producción de la capital. 

Con estos dos sencillos ejemplos, cabe preguntar entonces ¿por qué nos extraña que la provincia sea el patio de atrás, si los periodistas no conocen ni de lo terrenal ni de lo divino y los que gobiernan piensan que Urrao e Ituango están tan cerca como El Andino y El Retiro en Bogotá?

Por eso es que los paros no existen, el mínimo alcanza para todo, las reformas tributarias hacen chillar a los ricos, la guerrilla está acabada, la gasolina no está tan cara y el maíz de la arepa no viene de la USA (que produce el 40% del total mundial). Porque mientras el país se desbarata, desde Bogotá mandan  a entrevistar a monjas muertas (y rapidito). 

No hay comentarios: