martes, 19 de junio de 2012

¿Dónde están los periodistas de verdad?

Tal vez no sea políticamente correcto que un periodista inactivo (comunicador activo) opine sobre la labor de medios de comunicación de los que se ha servido. En todo caso, una cosa es la utilidad, otra la calidad y otra la opinión. Utilizaré la tercera, para referirme a la segunda a partir de la primera. 

Aunque no tengo la experiencia ni la credibilidad de los padres del periodismo colombiano, sí he ido adquiriendo la experiencia suficiente para opinar sobre qué es lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto a la hora de informar. Estamos convencidos (y así lo enseña la universidad), que la esencia de la noticia es la inmediatez. Nada más falso en este mundo de redes sociales, teléfonos inteligentes y periodistas sin criterio.

Partamos de la base de que la información debe ser útil, aunque para los círculos de poder es más útil que el ciudadano promedio esté desinformado o en el mejor de los casos, mal informado. Sin embargo, como la información se ha “democratizado” (fea palabra), ya el medio (el periodista) no tiene el poder de la información y el “poderoso” no puede controlar la opinión. Ya no la dirige, no la posee, ya no es suya… por consiguiente el reportero ya no tiene chivas, ni primicias y mucho menos exclusivas. Hoy cualquiera informa, confirma, registra y, en últimas, el periodista deforma. 

Veámoslo así: el afán por la chiva lleva a muchos periodistas carentes de criterio, faltos de rigor y ensalzados en su ego, a “echar chivas” que después resultan falsas. Cometen el grave error de no confirmar lo que les dicen y olvidan el principio que NO enseña la universidad sino la vida: ser desconfiados. “Desconfíe de lo que le dice su fuente, aunque duerma con ella” decía un jefe que tuve. Los periodistas que se creen dueños de la verdad absoluta, terminan por ser idiotas útiles de sus fuentes y en últimas es su credibilidad la que se menoscaba. Ya lo decía el maestro Javier Darío Restrepo “¿miente el periodista cuándo le miente la fuente?” Yo digo que sí. 

La función del periodismo de verdad, no el de vanidades sino el de servicio social, el de justicia, es informar bien. No es necesario informar primero, pero si es obligatorio hacerlo con calidad, con contraste, con riqueza de fuentes, con elegancia… con rigor. Se debe informar sobre hechos, no sobre posibilidades, sobre lo confirmado (ejecutado), no lo anunciado. 

Lamentablemente de esos periodistas buenos quedan cada vez menos. Abundan las universidades que medio-deforman, los colegas pegados de boletines de prensa, los lagartos corriendo detrás de la declaración oficial y los micrófonos, cámaras y páginas abiertos para que el periodista transcriba lo que alguien (no sabemos con qué intención) le dijo que dijera… Son pocos los periodistas que acuden a la fuente primaria de información: la calle, la realidad, la gente. Abundan en el periodismo (eso sí) egos enormes que vemos sucumbir ante la generalización de la información en manos de todos, ante el poder de la opinión en cabeza de todos, mientras el periodista convencional, aprisionado en su vanidad, pierde el campo para el que se formó, deformando la realidad sobre la que supuestamente debe in-formar. 

Ante medios de registro, reporteros de oficio, directores de amiguismos y agendas informativas que dan risa, vale la pena preguntarse entonces ¿dónde están los periodistas de verdad?

1 comentario:

Luisa dijo...

Me Gusto mucho la critica que haces de la televisión, que en muchos casos como televidentes vemos o que nos toca ver porque siempre andan compitiendo entre canales mostrando la misma programación aburrida y sin sentido.Agrego algo más, es el colmo que coloquen una programación de carácter fuerte cuando hay tantos niños viendo televisión en horas de la noche donde aún puede ser un horario familiar, aunque se que depende de los padres estar pendientes de que ven sus hijos, igualmente no comparto dichas programaciones ni contenidos que lo único que genera es desviar a los niños de una educación más culta.
Agradezco a Víctor por compartir esta información tan chevere porque entre todos podemos mejorar todos los contenidos eso si ¡hay que hablar!.