miércoles, 3 de diciembre de 2008

UN SÍNDROME LLAMADO PIRAMIDE

Por:
Mauricio Zuluaga Ruiz

En estos momentos, no vale la pena buscar culpables, un adagio popular reza: no busquemos el ahogado río arriba y, es totalmente cierto, otro dice, no mire la paja en el ojo ajeno, busque la viga en su propio ojo; reflexionemos entonces y, encontraremos razones.

Las hoy temidas PIRAMIDES han permeado toda la sociedad en sus distintos niveles, socio cultural, socio económico, socio político y hasta socio religioso, pero, o no nos percatamos de su existencia, o consentimos en ellas
y creo de verdad en lo último, consentimos en ellas.

Una mirada muy rápida nos permite encontrar que hay enormes pirámides, dentro del ámbito colombiano, en nuestra propia sociedad y allí están y permanecerán si no actuamos con responsabilidad individual y hacemos algo para evitar que se conviertan en verdaderos gigantes de desastre y negatividad.

Las hay, si, y crecen día a día en los diferentes estamentos así:

En la familia: padres que invierten poco y esperan mucho, dejan la educación, el control y la formación de los hijos a merced de terceros, y con el tiempo, derrumbe seguro.

En la educación, cuando padres o acudientes recurren a lo que sea necesario para cancelar costosas matrículas con ingredientes adicionales, esperando con ello un rendimiento oneroso: ver a sus hijos bien preparados, bien formados, en instituciones que reafirmen los principios y valores inculcados en casa, pero no, todo lo contrario, mediocridad, anti valor, vagancia y malas costumbres es lo que hoy en esas venerables instituciones se adquiere.

En la Universidades donde se promueve el mal entendido concepto de competitividad, que lleva a los nuevos profesionales a buscar enriquecimiento rápido, pues el dinero y su cuantiosa acumulación se han convertido en el único indicador de valor.


En el Sector Financiero, invertida sí, pero existe, allí las grandes organizaciones pagan poco, pero esperan mucho, cobran por todo, promueven campañas para que la comunidad las utilice, pero colocan todo tipo de trabas, costos y condiciones, convirtiendo este servicio en privilegio de grandes empresas y de pocas personas, las menos necesitadas.

En la Justicia, invertida también porque se aplica al débil y se protege al fuerte; allí quienes invierten son los que la manejan, invierten sí, pero a favor de quienes tienen grandes intereses y allí como en el sector financiero, las utilidades son bien significativas.

En la Política, hoy al servicio de verdaderos inversionistas afectos a las corrientes piramidales que dejan de lado los verdaderos problemas del pueblo, para dedicarse a sacar adelante los intereses particulares.

En el sector gobierno, ávido de mayor poder, que ve lo pequeño, pero ignora lo esencial perdiendo con ello su credibilidad.

Así como estas, hay muchas más.

martes, 25 de noviembre de 2008

POBRES Y VICTIMAS, DOBLE DRAMA


Primero fueron víctimas de la pobreza, un legado poco alentador de años de miseria en pueblos subdesarrollados y aislados, y después la violencia llegó a hacer su despreciable contribución a la tragedia humana de los habitantes más vulnerables de Nariño, Argelia y Sonsón, municipios del oriente lejano de Antioquia.

Son cerca de 70 mil personas de estratos 1, 2 y 3, distribuidas en 1.890 kilómetros cuadrados que comparten el territorio conocido como subregión Páramo en el oriente antioqueño (comparten el Páramo de Sonsón), las que por cerca de 10 años padecieron los más crudos embates de la guerra. La zona limita con el departamento de Caldas y es corredor estratégico por zona selvática hacia el Chocó, lo que la convirtió en un escenario de las más cruda lucha por el control territorial, aunque los grupos paramilitares se limitaron al casco urbano de Sonsón y a los corregimientos San Miguel, La Danta Y Jerusalén de este municipio, en el Magdalena Medio.

Por las carreteras y caminos era común ver pasar hombres y mujeres armados, con rostros poco amigables y vestidos de camuflado, ante los cuales los temerosos pobladores volteaban la cabeza, cerraban las puertas y ventanas, protegían a sus niños y rezaban para que nada malo les sucediera, aunque a veces los rezos resultaban infructuosos. Los menos afortunados tenían la mala suerte de encontrárselos de sorpresa en aquellos andares y siempre se enfrentaban al dilema de “seguir de largo sin mirar” o “saludar”… Siempre quedaba la duda de qué hacer, porque en todo caso lo más seguro, era un balazo.

Para los niños las armas de los cerca de 10 mil combatientes que tuvo la zona (de todos los bandos), eran el único aliciente. Crecer para tener un fusil y vengar la muerte de algún familiar, del papá, la mamá o de toda la familia. Esto se veía día a día en las zonas rurales, el miedo era amo y señor y los hombres armados, los paracos, los guerrillos, los soldos, los primos o como se les llamara, eran los sirvientes de ese amo, los encargados de mantener viva la llama del miedo, extinguiendo la llama de la vida.

Pero las cabeceras municipales, aunque vivían el conflicto de una manera distinta no estaban a salvo. Las calles se vaciaban a las seis de la tarde y todas las puertas estaban bien cerradas a las 7 de la noche, aunque de poco servían, porque todos los días tres o cuatro personas eran sacadas de sus casas y asesinadas en parajes cercanos o lejanos, cualquier lugar era bueno, cualquier pretexto servía para matar, todo estaba permitido.

En esos pueblos hubo casos en los que la gente era matada en el parque principal o en las calles principales a cualquier hora del día. “Al de allí lo mataron cuando iba en bicicleta”, “al de allá lo sacaron de la casa y lo mataron en la vereda tal”, “a este lo torturaron”, “a aquel le pegaron un tiro delante de los hijos”, esos eran los comentarios comunes en los temerosos corrillos donde se hablaba de todo, pero no se sostenía nada, donde se sabía quiénes eran “los malos” sin que se pudiera hacer nada, donde la verdad era un secreto a voces, calladas por las balas.

Todo tan cotidiano, tan común, tan real, tan desalentador… Los pobladores ya estaban acostumbrados a esas expresiones, a esas situaciones; los cementerios empezaron a llenarse, en los caminos y carreteras las cruces y calvarios llegaron a adornar con sus formas y colores tétricos, los parajes más solitarios y hoy las imágenes más funestas, crueles, horripilantes e imborrables persisten en la mente de quienes vivieron y padecieron el infortunio de vivir en una zona que lo único que ofrecía era montañas y corredores estratégicos para que los hampones se escondieran.

En los pueblos del suroriente antioqueño, entre 1995 y el 2003, los poderes estaban repartidos. Nariño y Argelia bajo el dominio total de la guerrilla de las FARC al mando de alias “Karina” y Sonsón sitiado por los paramilitares bajo la comandancia del temido “Huracán”, el más sangriento de los líderes paramilitares que, según los pobladores, conoció la zona.

Nariño y Argelia sufrieron tomas guerrilleras a sangre y fuego y esos grupos ilegales pasaron a ser la ley. Eran quienes decidían, quienes juzgaban, quienes castigaban… No había otra ley ni otro ordenador, el fusil era el único que ejercía la justicia y nunca absolvía. Miles de desaparecidos tiene la zona, cientos de víctimas que esperan por lo menos verdad, historias macabras, miles de desplazados que aún no regresan a sus tierras y que tal vez nunca volverán, todo en tan poco tiempo, contra personas que no fueron más que espectadores, cientos de inocentes caídos y un común denominador, impunidad.

La otra cara

Si bien estos grupos ilegales sembraron el terror en los lugares por donde pasaron, para muchos pobladores también significaron la solución a sus problemas, pues en varios casos los grupos ilegales asumieron funciones del Estado, como en el Magdalena Medio sonsoneño, donde construyeron un hospital, pagaron profesores, construyeron escuelas y escenarios deportivos.

Así mismo, la delincuencia común, los atracos callejeros, el consumo de alucinógenos y las riñas callejeras disminuyeron casi en su totalidad.

Las cifras

En la región miles de personas han sido víctimas de las acciones de los grupos armados, tanto ilegales como de la fuerza pública. Se estima que son aproximadamente 15 mil personas las víctimas directas, entre desplazados, asesinados y desaparecidos, pero también hay que contar a los espectadores que igualmente son víctimas.

Cientos de caminos fueron minados, como es el caso del Municipio de Argelia, donde el camino que conduce del casco urbano a la vereda Mesones, estuvo minado en el tramo Alto del Tigre a Mesones y desde este mismo alto del Tigre hacia Alto Bonito, lo que afectó directamente a cerca de 10 veredas aledañas, que son la despensa agrícola del municipio y que impidió el retorno por cerca de dos años de aproximadamente 100 familias desplazadas de la región, que se encontraban en el casco urbano a la espera de un desminado para poder volver a sus tierras; Sin embargo ese procedimiento no se hizo efectivo hasta el 2007, pese a que el ejército tenía desde el 2005 una base militar en la vereda Mesones.

El hecho más representativo en materia de desplazamiento forzado masivo en el oriente antioqueño durante el año 2006 se presentó entre el 3 y el 9 de agosto, donde por presión de las FARC-EP se desplazaron del municipio de Argelia 1.622 campesinos y de Nariño 1.153 para un total de 2.775 personas. Sumada a esta grave situación, las autoridades encargadas de la atención a la población desplazada, como Acción Social, no calificaron tal situación como desplazamiento masivo, por lo que negaron la asistencia humanitaria de emergencia y desconocieron los principios y definiciones legales tanto nacionales como internacionales respecto a estas situaciones.

Los falsos positivos

La fuerza pública también puso su cuota macabra en la tragedia de la zona. Muchos son los casos presentados, aunque pocos fueron denunciados.

El primero conocido se presentó en febrero de 2006:

A las 9:30 p.m. del día 12 de febrero de 2006 a la finca de la familia Tabares Bedoya ubicada en la vereda La Gitana del municipio de Argelia, llegó un soldado del ejército nacional –este militar era conocido por que patrullaba la zona con regularidad con el Ejército Nacional-, luego de golpear fuertemente la puerta obligó a la familia a que abriera, procediendo a intimidarlos con un fusil y obligó a Yosmi a irse con él. La familia intentó evitar que se llevara a la menor pero el militar desaseguró el fusil y los amenazó con dispararles. Luego de un tiempo la menor regresó afirmando que la había agredido sexualmente.

El proceso penal por este caso se inició en la Fiscalía Seccional de Sonsón por el delito de acceso carnal violento; sin embargo, el fiscal consideró que no existía prueba del delito contra la libertad sexual y decidió enviarlo a un Fiscal Especializado de la ciudad de Medellín para que lo tramitara por secuestro. Luego de practicarse algunos medios de prueba, la Fiscalía Especializada consideró que no se configuraba el delito de secuestro, que la retención que hizo el militar fue para lograr consumar el delito de acceso carnal, remitiendo nuevamente el proceso al Fiscal de Sonsón[1].

Este caso sigue sin resolverse. Tres días después en una vereda cercana, se presentó el segundo caso:

El 15 de febrero de 2006 SUSANA PATRICIA GALEANO se encontraba en la finca ubicada en la vereda El Plan del municipio de Argelia, donde vivía en compañía de sus padres, con su hermana menor, dedicadas a las labores del hogar. Aproximadamente a las 12:30 p.m., por la finca donde se encontraban las hermanas GALEANO, pasó un joven quien luego de conversar con ellas un momento y contarles que por ahí cerca venía personal del Ejército Nacional, se fue con rumbo desconocido.

Pocos momentos después las hermanas GALEANO escucharon disparos de arma de fuego en cercanía a la finca donde vivían. La hermana menor asustada por el aturdidor sonido que producen las explosiones de las armas de fuego, corrió al patio donde su hermana SUSANA PATRICIA se encontraba realizando labores de limpieza en el hogar.

Momentos después escucharon una voz que desde la parte externa de la vivienda llamaban para que los ocupantes de la vivienda salieran. Una vez salieron de la vivienda, observaron a una distancia aproximada de 2 metros y medio, a los soldados
JUAN CARLOS JIMÉNEZ LOAIZA y al Cabo ALBERTO MÉNDEZ PINZÓN quienes sin mediar palabra dispararon en contra de la joven SUSANA PATRICIA GALEANO[2].

La IV Brigada reportó una muerte en combate de una supuesta integrante de las FARC que se había escondido en esa casa, por lo que en el cruce de disparos había fallecido una joven de 15 años. La joven resultó ser la hermana de Susana Patricia Galeano. Por este caso tampoco hay condenas.

Dos meses después se presentó otro caso en el casco urbano de Argelia:

ADRIÁN CÁRDENAS MARÍN, quien padecía problemas mentales, ante la difícil situación laboral decidió trasladarse de la ciudad de Medellín hacia el municipio de Argelia de donde era oriundo. El viernes 14 de abril de 2006 el ejército lo detuvo en el casco urbano del Municipio y por la noche estuvieron varios uniformados en la casa de la tía donde se estaba hospedando averiguando por él. A pesar de la información que dio la familia, ese viernes en las horas de la noche el ejército lo asesinó. El cuerpo aparecería aproximadamente a diez (10) minutos del casco urbano de Argelia. El ejército lo reportaría como un guerrillero muerto en combate[3].

Este caso también sigue sin esclarecerse y en ese mismo año, en el municipio de Nariño, se presentaron dos casos similares:

En el municipio de Nariño (se realizó) la ejecución extrajudicial de líderes y campesinos que fueron presentados como muertos en combate; esto sucedió con BELISARIO MARÍN CARVAJAL, labriego de la vereda El Bosque ultimado por el Ejército el día 30 de noviembre de 2006 y ROQUE BOLAÑOS, líder comunitario de la vereda La Iguana, asesinado recientemente (en el 2006) por integrantes del Ejército y que fue presentado como un jefe de finanzas de las FARC dado de baja en combate (esta persona no sabía ni leer ni escribir); luego de su muerte la familia se vio obligada a desplazarse de la región. Este tipo de muertes han generado mucho temor en la zona que se encontraba disfrutando de una relativa tranquilidad durante el último año, a tal punto que el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Quebrada Negra se vio obligado a abandonar la región para evitar ser víctima de algún tipo de acción criminal[4].

Donde sí hubo una reciente condena por un falso positivo del ejército, fue en Sonsón:

A penas iguales que suman 170 años de prisión, fueron sentenciados cinco militares de la cuarta brigada que sacaron de su casa en Sonsón al campesino José De Jesús Rendón Alzate, quien se convirtió en una de las 110 víctimas en los falsos positivos de esa subregión del oriente antioqueño.
Según el fallo confirmado por la justicia de Antioquia, fueron notificados de la condena de 34 años los militares: Elmer Torres Rodríguez, Carlos Andrés Ladino Monroy, Fred Alexander Cañaveral Ramírez, Gionay Présiga Tangarife y Elkin Edison. Durante la incursión en la vivienda de José de Jesús Rendón Alzate, el 23 de abril del 2004, sus pequeños hijos fueron amenazados y una niña sufrió acoso sexual[5].

No más, ni una más, nunca más

Esta frase se ha convertido en la única arma de guerra de las víctimas del conflicto armado en todo el país. Para Nariño, Argelia y Sonsón, es la única esperanza de la región que poco a poco recupera su integridad y su tejido social y avanza hacia el desarrollo que por años se vio relegado por la violencia. Los propietarios de tierras y mayores empleadores de la zona, están regresando para retomar la vida que dejaron a la fuerza, el comercio florece como hacía mucho tiempo no lo hacía, las carreteras son transitadas tranquilamente a cualquier hora del día y el control lo tiene nuevamente el Estado.

Sin embargo, las víctimas siguen esperando la verdad, la justicia, la reparación y muchos aún esperan el regreso de sus seres queridos, pues guardan la esperanza de que estén vivos en algún lugar, aunque en realidad, en el fondo saben que no es así y que nunca los volverán a ver, pero conservan la esperanza para mantenerse vivos. Como dice Gloria*, una de las mujeres que perdió a su hijo de 19 años a manos de los paramilitares “la violencia aún no me ha vencido”.

Y no la ha vencido, porque víctimas como ella, que en su mayoría tienen el común denominador de la pobreza, son la memoria para que el país entero siga convencido de que aquí no puede haber repetición, ni una más, nunca más.


[1] http://www.observatoriodepaz.org.co/
[2] http://www.observatoriodepaz.org.co/
[3] Ibíd.
[4] Ibíd.
[5] http://www.rcn.com.co/
* Nombre cambiado

jueves, 13 de noviembre de 2008

LA GUERRA: UNA AMENAZA PARA EL PERIODISMO

“En una guerra la primera sacrificada es la verdad”, “confunde y vencerás” y “en la guerra y en el amor todo se vale”, son expresiones que se escuchan con frecuencia y que expresan una poco alentadora realidad para la prensa en el mundo entero.

La labor de informar es infinitamente riesgosa porque siempre y necesariamente, aparece como poder en medio de poderes. Para nadie es secreto que la información y el uso que los comunicadores hagan de ella, sube al cielo o la lleva al infierno situaciones de las cueles somos responsables los periodistas. Pero cuando los medios pertenecen a ciertos sectores, se convierten en instrumentos para ejercer el poder, sin importar muchas veces dónde termina ese poder para que empiece la verdad.

Los periodistas tienen un compromiso con la verdad que se divide en 5 ejes: buscarla, encontrarla, aceptarla, defenderla y divulgarla. Esto no nos dice nada distinto a que la verdad es el principio básico del periodismo y de la investigación implícita en el ejercicio de la profesión. Sin embargo, en muchas ocasiones la labor periodística no llega siquiera a la búsqueda de la verdad, porque la autocensura aparece como el primer enemigo a la hora de ejercer “la profesión más bella del mundo”. No obstante, en la búsqueda de la verdad siempre se debe tener en cuenta que toda información, sin importar cuál sea, debe presentarse contrastada, contextualizada, no debe poner en riesgo la vida de nadie y ante todo, como principio universal, tiene que respetar los Derechos Humanos.

Si se mira bien es fácil observar que por el poder mismo que contiene la información, el periodista tiene un arma a su favor, ya sea para utilizarla en defensa propia si se ve amenazado o para acceder a mayores y mejores datos, porque en todo caso, la profesión de las “P”, las pistas, las pesquisas, la publicación, la presión, la prisión y hasta el panteón, también es la profesión del pueblo y del poder. Si bien la guerra es una amenaza, más que para el periodismo, para los periodistas, la prudencia y el buen periodismo terminan por convertir cada acción y cada publicación, en una herramienta para mejorar la vida de la gente, porque básicamente, los periodistas somos población civil y nuestro deber es estar con la gente.

Así las cosas, el periodismo bien hecho depende de la investigación, la rigurosidad y la prudencia, lo que determina que la búsqueda de la información no se limite sólo a escenarios particulares u oficiales, sino que recurra a otras fuentes para acceder a información diferente o cuando menos, a verificar lo que se nos dice.

Poniendo las cosas en otro escenario, es innegable que no pueden ser iguales ni los métodos, ni las fuentes, ni las estrategias para acceder a la información relacionada con el conflicto, a los utilizados para acceder a la información política, por ejemplo. Esto es cierto y parte desde el sentido común, porque en temas de conflicto y guerra los bolígrafos, papeles y computadores de las oficinas, son reemplazados por fusiles, balas y trincheras en barrios populares y zonas rurales. Es allí donde la lógica le dice al periodista que ante una pregunta inadecuada o mal planteada, puede recibir por respuesta un balazo. Lo propio pasa después de la publicación, pues en el periodismo “civil” se puede interpretar la información, mientras que en el periodismo de guerra, sólo se puede informar y, a veces, informar…

Las cifras de muertes y violaciones de los Derechos Humanos de los periodistas, son alarmantes (cada entidad tiene las suyas) y aquí aparece el principio del periodismo que nos dice que “no hay información superior a la vida del periodista”, como alerta para no meterse en lo que se sabe no se podrá controlar. Sin embargo, todo no es ni puede ser malo. El periodista, en esencia informa. Los problemas aparecen cuando se toma partido. La independencia y objetividad, no son sólo principios ideológicos de la academia. En muchos casos pueden ser la única arma para salvar la vida.

Esta profesión es de amores y desamores, de amigos y enemigos, pero sobre todo, es una profesión para la gente y esa gente está esperando siempre, información que les ayude a vivir mejor.

martes, 28 de octubre de 2008

COCINANDO EN OLLA PODRIDA

Advertencia: los datos contenidos en este artículo no han sido confirmados y provienen de fuentes extraoficiales anónimas. Algunos aportes son de mi autoría, pero la mayor parte del texto es una transcripción de un artículo que recibí por correo electrónico.
A ALONSO SALAZAR LE ESTABAN COCINANDO UN PODRIDO

Aunque todavía faltan muchas cosas por saberse, pues apenas se conoce una pequeña parte de los mandados que le hacía Guillermo León Valencia Cossio a la Oficina de Envigado (hasta para eso sería que le regalaron cuatrimotor, para que corriera con las vueltas), y falta también esculcar sobre la complicidad de otros personajes (dice el concejal Bernardo Alejandro Guerra que hay un empresario comprometido: alias Hoyo 18), con lo que queda claro que complot para tumbar al alcalde de Medellín sí había, así sospeche el de por sí sospechoso Luís Pérez que se trata de un montaje de Salazar para crear una cortina de humo a su mala imagen (reconociendo que pocos políticos saben tanto de mala imagen como Lupe).

LOS QUE ESTÁN EN ESE CALDO APESTAN A CEBOLLA

En junio de 2008, al Alcalde le llegó la primera noticia de la conspiración en su contra. Y no fue un chisme que le contó un embolador del parque de Berrío. Nada menos que un alto funcionario de la Fiscalía General le advirtió desde Bogotá que debía tener cuidado con el Director de Fiscalías Valencia Cossio y con el General Pedreros, Comandante de la Policía Metropolitana, pues ese par de legales ilegales, aprovechándose de sus cargos, estaban tramando marranadas contra él. Y tenían pruebas suficientes pues las autoridades nacionales y extranjeras llevaban 2 años interceptándoles las llamadas telefónicas, en relación a una investigación sobre narcotráfico. Los delató el olor a Cebolla de alias El Cebollero.

ALONSO PUSO A HERVIR A VALENCIA COSSIO

Alirio Rendón, El Cebollero, tenía azotada la Plaza Mayorista. Era el típico don nadie que empezó con una 'desinteresada' Convivir, y después sacó las uñas y amenazó, extorsionó y asesinó, hasta conseguir una inmensa fortuna y levantar amistades en la política (tanto que llegó a ser el principal distribuidor de la Fábrica de Licores de Antioquia). Valencia Cossio era uno de sus colaboradores, y la prueba es que cuando el alcalde Salazar, contra viento y marea, exigía que encarcelaran a El Cebollero no hubo manera de que Valencia Cossio cumpliera su deber, se hacía el bobito. Ni siquiera cuando se lo ordenaron desde la Fiscalía en Bogotá. Al fin el Alcalde insistió e insistió hasta que lo agarraron y ¡ahí sí que se alborotaron los criminales!

SI NO NOS DEJAN COMER, DAÑEMOS LA COMIDA

Si el que estorba es Salazar —pensaron y ordenaron desde la Oficina de Envigado— entonces para afuera con él. Y lo denunciaron por secuestro y abuso de autoridad, según lo declarado por Fáber Bravo, un reinsertado que vigilaba un parqueadero donde el alcalde dirigió una acción policial. Valencia Cossio, que para agarrar narcos como El Cebollero no movía un dedo, resultó de lo más diligente: en un dos por tres recibió la denuncia y llamó a la coordinadora de la Unidad de Reacción Inmediata para que la 'agilizara'. A pocas horas ya tenía al CTI trabajando en la denuncia (denuncia en la que seguramente él ya venía trabajando con sus patrones). A la empantanada judicial, los conspiradores agregaron una campaña de desprestigio contra el Alcalde para revocarle el mandato y adelantar las elecciones: Reinsertados de la Corporación Democracia ofrecían plata a cambio de firmas en el barrio Isaac Gaviria y otras zonas; funcionarios corruptos y políticos derrotados en la anterior campaña explotaban en críticas contra la administración, y una nómina de periodistas a sueldo y encebollados, se dedicaron a decir que el alcalde se mantenía borracho (cuando alias Job fue asesinado se encontró en su bolsillo una lista de periodistas fletados para una 'Campaña'. ¿Se refería a la campana contra Salazar? No hay certeza pero si hay coincidencias entre algunos nombres con los que habían hablado del 'alcalde borrachito').

HASTA EL FONDO DE LA OLLA PODRIDA

En junio la Fiscalía le echó mano a Felipe Sierra, miembro de la alta clase social paisa y miembro a la vez de la organización del narcotraficante conocido como Don Mario, y al mismo tiempo pidió que se investigara al Fiscal Guillermo León Valencia y al General Pedreros. Aparecieron joyitas que demuestran que el jefe de fiscales trabajaba para los criminales y contra el alcalde. En sus amistosas charlas telefónicas interceptadas por las autoridades, le informa a Sierra, su patrón, que los asuntos sobre la alcaldía iban por buen camino. Después Valencia Cossio fue destituido, el General Pedreros llamado a calificar servicios y, en medio del escándalo, el Fiscal General Mario Iguarán pasó por Medellín a ofrecer disculpas a los ciudadanos y confirmó con pesar que aún faltan más cosas por saberse. Por otro lado, Luis Pérez, el candidato derrotado por Alonso Salazar, considera a Valencia Cossio 'un hombre de bien', según entrevista de El Colombiano, y allí mismo confiesa que 'en el último año sólo pude almorzar una sola vez con él' (¿Comerían hígado encebollado?). Del general Pedreros dice, en la misma entrevista, que 'manifestó en privado que hubo mucha corrupción en el conteo de votos en las elecciones para la Alcaldía'. Sin embargo, en la emisión del programa “El Cocuyo” de RCN Radio, de el 27 de octubre, se publicó un informe en el que aseguran que un número importante de policías (de altos rangos muchos) están pidiendo traslado para otras zonas del país “porque en Medellín la policía está podrida”. Más para la misma olla.

jueves, 23 de octubre de 2008

GRAN DESPLIEGE PARA UNA NOTICIA ATROZ

Por:
Mauricio Zuluaga Ruiz

La muerte de Luis Santiago Lozano, el niño de once meses de nacido, luego de ser secuestrado por orden de Orlando Pelayo, su propio padre, puso de nuevo sobre la mesa el tema acerca de cuál debe ser la pena a imponer a quienes incurran en delitos contra menores de edad.

Varios especialistas afirman que en este caso los jueces deben observar el concurso de delitos que se configuró. En todo caso, en cada uno de los testimonios hay unanimidad acerca de que la pena debe ser la máxima que contempla la ley.

En el caso del niño Luis Santiago no hay atenuantes. Por el contrario se aprovecharon de un menor que estaba en completo estado de indefensión, a la madre la sometieron y la
maltrataron. A esto se suma el parentesco con la víctima. Este último es otro agravante más en contra de los responsables.

Pero sí hay reflexiones adicionales. Muy buena parte de la retórica de estos días, implica una grave confusión: hay que distinguir entre hechos atroces de corte sicopático, de la criminalidad que se desprende de situaciones de miseria y de deterioro social. Casos que caben dentro del primer renglón.


La idea de que ese suceso doloroso es indicativo de una cierta culpa colectiva es equivocada. Puede que haya culpa colectiva en la miseria, la desnutrición, la iniquidad, la exclusión y la violencia contra los niños. Pero enmarcar aquí un hecho patológico más bien tiende a generar un desvanecimiento de la responsabilidad individual. Esos lamentos generales deben ser atacados con medidas que en buena parte se salen del campo penal.


Esos ejercicios sociológicos caen en tierra abonada: hay una gran dualidad en nuestra sociedad, que oscila espasmódicamente entre la misericordia y la venganza. Mientras el abuelo del niño hablaba de perdón, el pueblo quería un linchamiento. Y la pena de muerte es la versión refinada del linchamiento. Cada víctima dice que el asunto queda en manos de la justicia divina.


Ese escape a la divinidad muestra la falta de persistencia de la sociedad en un régimen racional de responsabilidad. Penas severas que luego se transforman en rebajas cuantiosas. Como se trata de reacciones coyunturales, se pierde la coherencia en el sistema de penas. Se castigan más severamente conductas que generan reacciones masivas mientras quedan en el olvido delitos mucho más graves pero con menos sex appeal mediático.


Una muestra adicional es el fetichismo legal. La república gramatical que convierte cada problema en un inciso.


Es la hora de comenzar discusiones reposadas. La cadena perpetua no debería concebirse como un elemento de venganza, sino como un instrumento para evitar la reincidencia, propia de esta clase de delitos. Como en el tema de los abusos sexuales.

En nuestra carta politíca el humanismo constitucional, convierte a la persona, en el sujeto, razón y fin del aparato estatal. Todo el andamiaje orgánico y funcional de la República está volcado hacia el hombre, hacia el servicio del hombre, hacia la dignidad del hombre. Ello lo establece el artículo primero, que además define a Colombia como un Estado Social de Derecho.

Ahora bien, dentro de los altos fines de la dignidad humana y la prevalencia del interés general se incribe una serie de principios materiales que desarrollan y aseguran la consecución de aquellos valores.

Es por esto, que aún siendo reprochable el crímen cometido por ORLANDO PELAYO, padre de LUIS SANTIAGO, no cabe en el ordenamiento jurídico las declaraciones y calificativos proferidos por el Fiscal General de la Nación al calificarlo como un acto de hienas.

Pues el principio de dignidad humana, aún para delitos atroces le concede a los victimarios su derecho a la dignidad.

Por lo anterior, debe esperarse igualmente, que para delitos por decirlo así menores, la justicia obre con igual severidad !!!!!

martes, 14 de octubre de 2008

PROMO CAMPAÑA SOCIAL

martes, 7 de octubre de 2008

DICEN - JUAN FERNANDO VELASCO

martes, 26 de agosto de 2008

VUELVE Y JUEGA

"Este gobierno está podrido". Esa expresión la escuché de una compañera de clase en una conversación casual de pasillo. Aunque el lenguaje es poco ortodoxo, resume lo que está pasando hoy en Colombia, además de que no es la única persona que piensa así.

Darío Arismendi, un reconocido y respetable periodista de Caracol Radio, inició su emisión de “6 AM Hoy por Hoy” del 26 de agosto, con un comentario editorial en el que expresa su angustia por la posibilidad de que “no solo sean dos años más, sino seis”.

Y es que nadie niega los buenos resultados de este gobierno en materia de seguridad e incluso en crecimiento económico (aunque ya los analistas tumbaron sus proyecciones para este año porque hay receso), pero tampoco se puede desconocer que ningún otro gobierno había estado envuelto en tantos y tan continuos escándalos como éste. No pretendo entrar en discusiones sobre si el gobierno es bueno o malo, ese concepto lo tiene cada sujeto como ser pensante, ciudadano en ejercicio de derechos y deberes y con ideologías políticas definidas.

Aquí el asunto es que cada vez con mayor frecuencia, el Gobierno Nacional resulta más enlodado y los poderes del Estado, por su parte, han perdido el respeto entre sí y terminan enfrascados en peleas, intrigas, enfrentamientos y acusaciones a veces sin argumentos, en ocasiones con el protagonismo de los medios de comunicación y muy pocas veces con pruebas reales.

Para seguir con los ejemplos, en la emisión del programa “Hora 20” de caracol Radio del 25 de agosto, uno de los panelistas afirmó que "en amplios sectores de la comunidad internacional Uribe es catalogado como el jefe del paramilitarismo en Colombia" y para rematar el ex fiscal Gómez Méndez, afirma que "en el país ese fenómeno no se desmontó, sino que se transformó y ahora lo que hay son bandas al servicio del narcotráfico", hechos todos de amplia discusión en diferentes entornos nacionales e internacionales. Pero aquí tampoco se trata de lanzar juicios sin pruebas o de prestar atención a acusaciones de personas tan poco queridas en el país y con una ideología guerrillera tan marcada como Piedad Córdoba, por ejemplo. Hay que ser prudentes.

Sin embargo, la gota que rebosa la copa es sin duda la última aparición de pruebas que vinculan a altos funcionarios de la Casa de Nariño con jefes del paramilitarismo en Colombia. No obstante y sabiendo la gravedad del asunto, lo que resulta realmente lamentable es que el jefe de estado salga a responder en los medios de comunicación con un tono paranoico y agresivo y pierda la prudencia que lo había caracterizado. Se le soltó la lengua al presidente, habló más de la cuenta y terminó haciendo lo que los colombianos NO esperaban de él.

Aquí, antes que defender a sus funcionarios el país esperaba explicaciones convincentes y acciones tendientes a aclarar la situación. Pero al señor presidente se le olvidó que entrar a la casa de Nariño, su casa, no es tan fácil y menos por los sótanos reservados para él y para altos funcionarios y que fue precisamente por esos mismos sótanos, por donde se desplaza la primera autoridad del país, que también entraron el abogado de un jefe paramilitar detenido y un ampón de los más peligrosos del país. Es tan grave el problema de falta de memoria del presidente, que no tuvo reparo en decir que "en Palacio atienden a todo el mundo"... ¡Como no! También olvidó el señor presidente que su secretario de prensa César Mauricio Velásquez, por ejemplo, no quiso atender a los periodistas de Noticias Uno el fin de semana del 24 de agosto en Medellín y que si un ciudadano colombiano desea o necesita hablar con el secretario jurídico de Palacio, debe esperar meses para hacerlo y que muchos, tendrán que conformarse con el intento.

Al parecer en Colombia, tanto las altas Cortes, como el ejecutivo y ni hablar del legislativo, perdieron la inteligencia. Se dedicaron a culparse, sabotearse e insultarse unos a otros, mientras el pueblo, la masa estúpida, los sigue eligiendo.

¡Qué pena! ¿Acaso alguien se ha preguntado cómo está quedando el país ante la comunidad internacional? Aquí el problema no es sólo interno, es de relaciones, apoyo y desarrollo. No olvidemos que la política mueve al mundo y que si los políticos dejan tanto que desear, seguramente pocos, por no decir nadie, de los que no están contaminados querrán hacer parte de esa “podredumbre”.

viernes, 4 de julio de 2008

¿QUÉ HAY DETRÁS DEL "RESCATE" DE 15 SECUESTRADOS?

Quince secuestrados liberados son una muestra lo suficientemente grande de la eficiencia de las fuerzas armadas colombianas como para callarle la boca a más de uno (empezando por la madre de Ingrid Betancur). Sin embargo, muy pocos se han preguntado qué puede haber detrás del cinematográfico rescate.

Varios son los hechos para analizar. En primer lugar resulta interesante, por no decir demasiado coincidencial, el rango de los 15 rescatados, pues los de menor categoría son cabos. De ahí en adelante todos son oficiales más los norteamericanos y por supuesto, Ingrid Betancourt.

En segundo lugar, si bien la guerrilla está muy debilitada, no es tan fácil infiltrar al secretariado de las FARC, como lo indicaron los altos mandos militares, además de que según como lo plantearon, los guerrilleros que custodiaban a secuestrados de tan alto nivel, resultaron ser demasiado ingenuos, acaso ineficientes.

En tercer lugar, ya todos vimos que la situación de salud de Ingrid Betancourt no es tan deplorable como se le quiso hacer ver al mundo entero hace solamente unos meses atrás (ahí me ufano de haber dicho siempre que no creía en tal estado); y en términos generales ninguno de los secuestrados está en condiciones tan lamentables, como tampoco lo estuvieron los que fueron liberados por las FARC anteriormente como Clara Rojas, Consuelo González y los demás.

Y en cuarto lugar, ya una emisora de radio suiza abrió el debate sobre el supuesto pago de 20 millones de dólares por parte del gobierno norteamericano a la guerrilla de las FARC, para la liberación de los 15 secuestrados entre ellos tres norteamericanos. "Ingrid Betancourt y los otros catorce rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no fueron liberados en el curso de una acción militar, sino comprados", aseguró la emisora Radio Suiza Romande, que cita "una fuente fiable y probada en los últimos años", que consideró que en realidad el operativo del Ejército colombiano del pasado miércoles fue una "puesta en escena".

Así las cosas, quedan muchas dudas. Por ahora lo cierto es que la liberación de esas personas de los horrores de la selva es un hecho que llena de gran alegría a los colombianos y ni qué decir de las familias y por supuesto de ellos mismos. Si fue una acción netamente de inteligencia, un aplauso al actuar de nuestras fuerzas militares, si fue un mero espectáculo, que pena por la ineficiencia del gobierno colombiano…

miércoles, 18 de junio de 2008

¿QUÉ ESTÁ CLARO?


Las noticias de RCN se han empeñado en volver farándula cualquier informe noticioso, un set blanco y verde a manera de pasarela, violenta la sensatez, la seriedad, no faltaría más que unas luces de neón en un color rosado o naranja, que contraste con la corbata del político, perdón del profe Vélez (persona que trata los temas deportivos a manera de campañas) , o un poco de escarcha y brillo en los labios y rostros de sus presentadoras o mejor un bom bom bum, que disfrace de inocentes las gestualizaciones maquiavélicas que no buscan informar o alertar sino domar, esclavizar y vender de manera burda posiciones políticas, prueba de ello es que incluso yo he sentido ganas de crucificar, empalar o por lo menos lapidar a algunos personajes que atacan en estos noticieros más de una vez.


En Colombia las noticias se convierten en juegos de seducción televisiva, se busca ratting y no convencimiento, estos escenarios tan fashion y frescos son mejoras simplistas que atraen más público por la forma, por esa inmaculada cúpula en la que entregan tan sucio contenido. Los noticieros ya ni informan, predisponen, y la responsabilidad social de la cual son concientes los medios empieza a ser utilizada no para moderar lo que dicen sino para inocular veneno e incertidumbre en sus electores, perdón sus espectadores. Nuestro pueblo es parroquial y ante las críticas solo ofrecemos crucifixiones, Pilatos ahora lleva nombre de medio (RCN), su lengua y su dictamen es fascista, perdón es facilista y su información limitada, casi como la composición química de un buen veneno, tres imágenes de Piedad Córdoba y Chávez, dos ó tres declaraciones de algunos radicales y un ceño fruncido de Vicky Dávila y el arma está lista.


Pero hay que dar gracias al cuarto poder porque ahora ellos solucionan nuestras dudas, RCN piensa en cuanto confunden a sus consumidores las demás opiniones y en rescate de la verdad y la dependencia intelectual han creado una sección llamada ¡Está Claro! No me imagino la utópica reacción de un pueblo que no le gusta pensar, al saber que ya piensan más por ellos, que sus confusiones ya no son suyas, son de los medios. Qué alegría tan inmensa saber que alguien piensa por ellos, que la maquinaria política que introducen día a día los medios está bien aceitada y que sus resultados no podrían ser mejores, tienen a un pueblo comiendo de sus manos. Lo único que está claro en cuanto a política en este país es que las leyes se firman a cara y sellazos porque en el senado no hay curul ni con los televidentes, que ya no acuden desde que moreno de caro es embajador, Está Claro, está claro que RCN es uribista, Está claro que la oposición siempre será satanizada y condenada por la parcialidad con la que los medios entregan la información, está claro que en Colombia los noticieros son maquinarias políticas descaradas, está claro que si por RCN fuera, todo estaría claro.


Es gracias a este tipo de periodistas que el mundo aprende a olvidar sus verdades vedadas, sus juicios de moral insinuados, nunca lanzados, su flácido amor por la verdad terminan por convertir los noticieros en cajas de Pandora, donde podrás encontrar una innumerable cantidad de conflictos y distractores, pero siempre dejaras de verles cuando te ofrezcan un poco de esperanza, en palabras de Honoré de Balzac: "El periodismo es una inmensa catapulta puesta en movimiento por pequeños odios". Incluso aquellos que en este texto se interpreten como míos.
Lo cierto es que para un país de sordo mudos no hay nada más parecido a una orden que una seña.


http://www.eldeber.com.bo/rblog/onadem/2008/04/criticas_y_aplausos_al_periodismo_segun_consulta_ciudadana.html

miércoles, 11 de junio de 2008

LA ACADEMIA ¿FORMA O DEFORMA?

En promedio, un ser humano pasa cerca de 20 años formándose para “tener un mejor futuro”. En esos 20 años pasa por una serie de peripecias que le generan en gran medida más angustias que placeres, todo porque “hay que estudiar”. Y es cierto, es necesario estudiar para que haya movilidad social y para que quienes tomarán las riendas del país en el futuro se habiliten para hacerlo.

Sin embargo, al parecer la academia se está quedando corta en este propósito, sobre todo en lo concerniente a la formación de profesionales íntegros, idóneos y éticos, con sentido social y responsables frente al mundo en el que se desenvuelven.

En el mundo entero, los ciudadanos comunes y corrientes, los de a pie, vemos cómo se mueven maquinarias maquiavélicas detrás de los esquemas de poder y cómo los líderes terminan sucumbiendo ante las mieles del reconocimiento.

Hoy casi nadie (por no decir nadie), confía en los políticos que dirigen el futuro de los países o, al menos, desconfían de la gran mayoría de ellos. Lo más grave del asunto es que casi nunca actuamos (en Colombia no lo hacemos) y dejamos que un escándalo vaya opacando otro, sin que eso nos afecte.

Ahora bien, hago alusión a la academia, porque es allí donde esas personas indeseables para los países (y todo lo que está dentro de ellos), se supone se han formado. Entonces se hace evidente que si bien muchas de nuestras academias son excelentes en la formación de profesionales conocedores de leyes, formulas, números y de todos los campos del saber, se rajan en la habilitación de seres humanos para ayudar a los seres humanos.

Pero además de las fallas y vacíos en la formación humana, es desconcertante que esos mismos “dinosaurios” deformados, sean los que ostentan el titulo de docentes en las universidades más prestigiosas. Eso lo único que genera es que la plaga se perpetúe, porque muy pocos logran abandonar esas escuelas de sometimiento, en las que hay que pensar como el profesor, para que este “habilite” al estudiante.

Y después nos quejamos de la “suerte” que tenemos. El problema no es actual. Durante siglos eso ha hecho la universidad, saca profesionales al “mercado laboral” semestre tras semestre y se lava las manos. Al parecer hasta ahí llega su responsabilidad, porque no se inmuta siquiera frente a los errores (horrores) que cometen sus pupilos.

La universidad debe tener una participación activa en los temas actuales del país. Si ella forma (o deforma), debe asumir esa responsabilidad y ponerse al frente de lo que muchas veces generó.

martes, 3 de junio de 2008

LOS ESTRAGOS DE LA REELECCIÓN

Por María Jimena Duzán
Aunque resulte casi subversivo decirlo, declaro que soy una antirreeleccionista integral y convencida. Y sí, aunque me lluevan rayos y centellas, confieso que no formo parte de esa inmensa mayoría de colombianos que considera al presidente Uribe un "ser superior" e irreemplazable, al que hay que mantener en el poder como única vía para salvar al país de la hecatombe.

Probablemente, esa opinión me convierta automáticamente en una apátrida a los ojos de ese uribismo intolerante que no acepta sino el unanimismo, pero hay una inmensa minoría de colombianos que estamos convencidos de lo contrario. Es decir, de que una segunda reelección de Uribe no le conviene ni a Uribe mismo, no solo porque lo equipara a Hugo Chávez sino porque también terminaría sepultando sus propios éxitos. A Mariano Ospina Pérez le preguntaron por qué no se metía en una reelección y él contestó: "No quiero poner en peligro mi 3" Teniendo en cuenta que Uribe piensa que merece un 4,8, y así lo creen muchos colombianos, le puede pasar lo mismo. Además, una segunda reelección solo puede acentuar el 'tsunami' institucional que desató la primera, cuando el presidente Uribe consiguió reformar la constitución desde el poder en beneficio propio y se autoproclamó como una figura providencial destinada a refundar esta patria.

Desde ese momento, el país no ha dejado de sentir los estragos de esa primera reelección. Comenzando por el efecto dominó que ha tenido sobre nuestra institucionalidad. Su reelección en el 2006 volvió pedazos el sistema de frenos y contrapesos. Por cuenta de ese desajuste, el presidente Uribe pudo intervenir todos los estamentos institucionales, afectando su independencia del Ejecutivo. Puso a su viceministro de Fiscal. A su secretario jurídico de magistrado en la Corte Constitucional y a un amigo suyo -representante de un gremio agrícola- en el Banco de la República.

Su reelección permitió la de muchos de los 'parapolíticos', quienes fueron admitidos en la coalición uribista -a pesar de las dudas que había sobre ellos-, porque primó la tesis de que tenían que votar antes de ir a la cárcel. Por cuenta de esa misma razón, se les permitió a los 'paras' desmovilizados delinquir en 'Santa Fe de Relajito', mientras iban y venían a sus zonas y se pactaban acuerdos con los políticos, como bien lo confirman los testimonios de varios de los 'parapolíticos' uribistas que se han acogido a sentencia anticipada. Por la reelección estamos en el 'Yidisgate' -escándalo que prueba que este gobierno persuade en efectivo- y por la misma reelección, la Corte Constitucional, nuestro máximo tribunal, ha quedado expuesta ante la historia como una Corte de bolsillo. No solo falló a favor de Uribe una reforma constitucional que hoy parece haber sido conseguida a través del cohecho, sino que será recordada por haber acabado con el escándalo de la 'parapolítica'. Su último fallo, aquel en que se exige que los congresistas deben tener derecho a una primera y segunda instancia para ser juzgados, demuestra que estamos ante una Corte que se ha dedicado a ejercer el control constitucional como si estuviéramos en Dinamarca y no en Cundinamarca.

Aunque la Corte insiste en que no hay retroactividad y que no se afectan las investigaciones, ya hay una batería de abogados que alista sus tutelas alegando el principio de igualdad. Las tutelas en primera y segunda instancia tendrán que ser falladas por el Consejo Superior de la Judicatura, órgano que, por cuenta de la reelección, es hoy de un uribismo subido.En lugar de que la Corte Constitucional apoyara las investigaciones de la Corte Suprema, lo que se ha producido es un choque de trenes, y todo por cuenta de la reelección. Si el presidente Uribe no se hubiera reelegido, es claro que nadie habría demandado una norma que está vigente desde hace 15 años y que afecta a los 'parapolíticos' que votaron por su reelección. Sin esta, la política hoy no sería tan aburrida, reducida exclusivamente al fenómeno de Uribe. Por todo lo anterior, soy antirreelecionista integral. Y no soy guerrillera.

sábado, 31 de mayo de 2008

LAS 48 LEYES DEL PODER

Tomado de: http://www.gueb.org

El término Poder se ha convertido en una palabra fuertemente evocadora, muchas veces con connotaciones negativas. En Las 48 Leyes del Poder se presenta el lado oscuro del Poder, con un estilo claramente Maquiavélico.

Conocer las reglas que nos proponen Robert Greene y Joost Elffers para alcanzarlo, puede abrirnos los ojos y estar preparados para el entorno altamente competitivo en el que nos movemos.

Nunca le haga sombra a su amo
Nunca confíe demasiado en sus amigos; aprenda a utilizar a sus enemigos
Disimule sus intenciones
Diga siempre menos de lo necesario
Casi todo depende de su prestigio; defiéndalo a muerte
Busque llamar la atención a cualquier precio
Logre que otros trabajen por usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles
Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo
Gane a través de sus acciones, nunca por medio de argumentos
Peligro de contagio: evite a los perdedores y los desdichados
Haga que la gente dependa de usted
Para desarmar a su víctima, utilice la franqueza y la generosidad en forma selectiva
Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o a la gratitud de la gente, sino a su egoísmo
Muéstrese como un amigo pero actúe como un espía
Aplaste por completo a su enemigo
Utilice la ausencia para incrementar el respeto y el honor
Mantenga el suspenso. Maneje el arte de lo impredecible
No construya fortalezas para protegerse: el aislamiento es peligroso
Sepa con quién está tratando: no ofenda a la persona equivocada
No se comprometa con nadie
Finja candidez para atrapar a los candidos: muéstrese más tonto que su víctima
Utilice la táctica de la capitulación. Transforme la debilidad en poder
Concentre sus fuerzas
Desempeñe el papel de cortesano perfecto
Procure recrearse permanentemente
Mantenga sus manos limpias
Juegue con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales Sea audaz al entrar en acción
Planifique sus acciones de principio a fin
Haga que sus logros parezcan no requerir esfuerzos
Controle las opciones: haga que otros jueguen con las cartas que usted reparte
Juegue con las fantasías de la gente
Descubra el talón de Aquiles de los demás
Actúe como un rey para ser tratado como tal
Domine el arte de la oportunidad
Menosprecie las cosas que no puede obtener: ignorarlas es la mejor de las venganzas
Arme espectáculos imponentes
Piense como quiera, pero compórtese como los demás
Revuelva las aguas para asegurarse una buena pesca
Menosprecie lo que es gratuito
Evite imitar a los grandes hombres
Muerto el perro, se acabó la rabia
Trabaje sobre el corazón y la mente de los demás
Desarme y enfurezca con el efecto espejo
Predique la necesidad de introducir cambios, pero nunca modifique demasiado a la vez
Nunca se muestre demasiado perfecto
No vaya mas allá de su objetivo original; al triunfar, aprenda cuándo detenerse
Sea cambiante en su forma

miércoles, 21 de mayo de 2008

LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO

En Colombia las mayorías están ciegas, o lo que es peor, son indiferentes al horror.

Por Héctor Abad Faciolince

Hay una obra de Ibsen que se llama Un enemigo del pueblo. La pieza fue estrenada en 1883 y sigue tan vigente como entonces. Resumida, la historia es la siguiente: Stockmann, el médico de un balneario en una pequeña ciudad noruega, un día se da cuenta de que algunos turistas de los baños termales se enferman gravemente. Ordena algunos exámenes de laboratorio y encuentra que las aguas del balneario están contaminadas por las alcantarillas del pueblo y por los residuos mefíticos de los curtidores de pieles, la otra actividad económica importante de la ciudad. La gente se muere de tifus y otras infecciones por bacterias, después de beber las aguas 'medicinales' del balneario.
El médico, orgulloso de su hallazgo, se apresura a hacérselo saber al alcalde, para que se corrija el problema. El balneario debe ser cerrado durante dos años para permitir los trabajos de limpieza, y hay que publicar la verdad en la prensa, para que los visitantes no corran riesgos. El doctor entrega su estudio al periódico La voz del pueblo. Todo parece muy razonable, pero en pocas horas la sociedad entera se pone en contra del doctor. Los accionistas del balneario se enfurecen y acusan al médico de ser un agitador político. Los trabajadores del mismo temen perder sus puestos y se levantan también contra él. El alcalde le sugiere al periódico que no se publique el artículo del médico, y La voz del pueblo sigue sus instrucciones. El alcalde publica un informe alternativo donde tranquiliza a la gente y dice que se aplicarán correcciones menores a un problema que se pretende exagerar con fines ideológicos.
Se cita a una reunión y la asamblea de ciudadanos abuchea al médico. Votan. Todos, menos un borracho, se ponen contra el doctor Stockmann y lo declaran "un enemigo del pueblo". Lo echan del puesto, el dueño de la casa donde vive pide que la desocupe, y el médico ve que sólo le queda el camino del exilio. La inmensa mayoría, manipulada por el periódico y por los accionistas del balneario, lo vapulean, rasgan su ropa, quiebran sus ventanas, expulsan a sus hijos del colegio. Es odiado por todos porque se atrevió a decir la verdad sobre la podredumbre de la ciudad.

Como ven, la de Ibsen es una fábula sobre el problema de decir la verdad en una sociedad enferma, corrompida, podrida por dentro. Los que dicen la verdad alejan a los inversionistas; los que dicen la verdad, dañan la imagen del país; los que dicen la verdad, hacen perder sus puestos a los trabajadores; los que dicen la verdad, son agitadores políticos que buscan el poder y para eso tratan de deponer al gobierno legítimo. Los que dicen la verdad, encuentran muy difícil publicarla en los periódicos, y los periódicos que la publican son declarados también apátridas, enemigos del pueblo.
Lo que está pasando aquí sobre la verdad de lo que han hecho los paramilitares en estos decenios de crímenes asquerosos (torturas, fosas comunes, desapariciones, asesinatos indiscriminados y selectivos, pueblos arrasados, desplazados por cientos de miles), se parece mucho a la denuncia del médico Stockmann. La gente no quiere ni oír hablar de esta verdad. En las encuestas que se hacen, quienes denuncian los horrores del paramilitarismo, pierden puntos y tienen pésima imagen. Quienes las minimizan, suben en las encuestas. El presidente recibe más apoyo que nunca.
El doctor Stockmann, al final de la obra, manifiesta entre irónico y serio su decepción por la democracia. Las mayorías están ciegas. También en Colombia las mayorías están ciegas, o lo que es peor, son indiferentes al horror que ven. El temple moral de los colombianos es flojo, por decir lo menos. Los aliados de los asesinos, los tramposos electorales, serían reelegidos. Una porción alta de los encuestados apoya los métodos de los paramilitares. Las inversiones van bien, el desempleo disminuye, los turistas empiezan a visitar el país. Por lo tanto, hay que callarles la boca a los aguafiestas que exageran con fines políticos los crímenes de los paracos.
Mi conclusión es trágica: hay algo oscuro en la conciencia gregaria, sumisa, de la mayoría de los seres humanos: aman el látigo, tienen sed de líderes que les digan lo que hay que hacer, no quieren pensar por sí mismos, sino ser conducidos por un carácter fuerte. Sólo la mano dura, la autoridad rígida, los hace mover en fila y con fines comunes. La sociedad marcha disciplinada cuando la dirige un ogro furibundo. También durante Franco, Hitler, Mussolini, se construyeron las grandes autopistas, la inflación se detuvo, volvieron las inversiones. Así somos los seres humanos. Los que digan una verdad que contradiga la mentira pública, serán declarados enemigos del pueblo. Y si se van del país y enfermos de un amor rencoroso, declaran lo que declaró (dolorosamente) Fernando Vallejo, entonces el linchamiento moral queda asegurado. Salud entonces, sumisos compatriotas ciegos, sigan brindando con las aguas podridas del balneario en que vivimos.

miércoles, 14 de mayo de 2008

NUESTROS QUERIDOS PROFESORES


Estamos ad portas de la celebración del día del profesor en Colombia y sin duda en nuestros recuerdos de infancia, adolescencia o edad adulta, están grabados algunos profesores que nos marcaron, por buenos o por malos.

Y es que en el tiempo de formación académica, tan variable como los mismos profesores, nos encontramos con personajes que van desde los típicos, aburridos y monótonos (términos comunes entre los estudiantes, por no decir otros), hasta los que son medio locos, los que no enseñan nada, los que nos tienen bronca, los que saben mucho, pero no son capaces de transmitirlo, los que tienen una paciencia desbordadora, los ogros, los buena gente, los que regalan la materia, a los que nadie les gana, los que amamos y los que odiamos tanto, que con solo recordarlos se nos corroe el alma. Pues bien, podría seguir enumerando los tipos de profesores, pero la lista resultaría muy extensa. Sólo hay algunas características, que quiero mencionar, porque me parecen muy particulares, sobre todo porque podría decirse que algunos están descontextualizados. Aquí hablaré sólo de lo que ha salido de la experiencia personal de 13 años de formación académica.

Haciendo un recuento de lo que recuerdo, empezando por el preescolar, hoy me doy cuenta de que esa persona que me recibía a los 4 o 5 años, ni siquiera era docente, sólo era una señora que más que enseñar algo, cuidaba niños. Luego en la primaria encontré a una profesora de esas que uno diría “es un amor”, Teresa es el nombre, porque aún vive y fue ella la que me enseño a leer y a escribir (al menos a entender los símbolos y a hacerlos para formar palabras) y fue en la primaria cuando conocí al primer ogro, aunque en realidad no lo era tanto, solo tenía fama (supongo que por algo).

Luego en el bachillerato, la cosa era a otro precio… Los primeros grados muy convencionales, aunque en séptimo conocí a una profesora, que además de haber sido mi directora de grupo en dos grados, terminó por convertirse en una gran amiga. Pero allí en el colegio conocí de todo… Una profesora alcohólica, que cuando no faltaba a clase, iba borracha, un gordo que “enseñaba” español y que no tenía ningún reparo en vaciar a cualquier estudiante y cuyo discurso de cada clase era: “hay que leer” (hoy me doy cuenta de que no estaba equivocado), pero que nunca enseñó nada más; una negra que me la tenía montada y con la que peleaba clase, tras clase; una mona chiviada, que enseñaba nutrición, pero que no pasaba de vitaminas y minerales y ejercicios pendejos; un gorila (así le decíamos) que se llevaba los cuadernos para revisarlos y nunca los devolvía (o si los devolvía, los había calificado sin mirarlos siquiera); una que era chiquitina, pero a la que todo el mundo le temía y para completar daba química y otros muy buenos, centrados en lo que hacían. Como ven, a pesar de que se suponía que era el mejor colegio, no faltaba el parche…

Y en la universidad, ahí si que se encuentra de todo. Aunque en términos generales todos son buenos, no falta el medio loco, el escuelero, el que no se decide por lo que quiere (porque cada vez que uno entrega un trabajo cambia las condiciones), el que habla excesivamente rápido y el que duerme elefantes…

Como quien dice, si queremos aprender alguito, primero tenemos que educarnos en entender a los educadores, para que no resulte que nos estrellamos, perdemos las materias, las tenemos que ver otra vez con los mismos y hasta terminamos sabiendo más que ellos mismos, porque eso sí que les duele en el alma…

Como quien dice, astucia, paciencia y constancia, para entender a nuestros queridos profesores, al fin de cuentas ellos tienen que hacerlo con nosotros. Porque además de todo lo anterior, la gran mayoría, sobre todo de escuelas y colegios públicos, son analfabetas funcionales, muchos no saben ni prender un computador, no saben decir ni gracias en inglés y en ocasiones se escudan en los sindicatos para que no los vayan a sacar de los colegios. ¡Y ESOS SON LOS QUE ESTÁN FORMANDO A LOS HABITANTES DE ESTE PAÍS!, ¡Qué esperanzas!

Un saludo y reconocimiento a los buenos profesores, a los que sí saben enseñar y no han perdido el amor por su profesión. Un gran reconocimiento, porque aún recibiendo salarios en ocasiones indignos, siguen cumpliendo con su misión de enseñar y formar.

(INTERACCIÓN: CLIC EN COMENTARIOS + SELECCIÓN ANÓNIMO - SI NO DISPONE DE UNA CUENTA EN GMAIL)



miércoles, 7 de mayo de 2008

¿QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE?


Cada día se destapan más escándalos en las altas esferas políticas de este país y cada vez aumenta más el descaro de los dirigentes políticos, empezando por el presidente de la república, que insisten en que no pasa nada, que son inocentes y que todo es un montaje.

La descomposición política y social en Colombia ha llegado a extremos tan lamentables que incluso después de que han salido a la luz pública hechos tan graves y denigrantes como la parapolítica, la infiltración de las instituciones públicas por el narcotráfico y otros grupos armados y el clientelismo y la politiquería, esos altos funcionarios aún siguen ocupando sus puestos y la gente por ahí, tan tranquila.

Es inconcebible que después de que se ha sabido que la mayoría de los implicados en el escandaloso tema de la parapolítica son de la coalición de gobierno, el señor Uribe siga allí en la Casa de Nariño como si no pasara nada, cuando gracias a esos voticos él llegó a la presidencia, lo propio pasa con funcionarios implicados en delitos graves que ya deberían haber sido destituidos. Y lo más absurdo es que aquí cada vez que se destapa una olla podrida, un ejército del alto gobierno, sale de inmediato a generar alguna cortina de humo para desviar la atención de la opinión pública.

Hoy Yidis Medina está detenida acusada del delito de cohecho, lo que es gravísimo y digno de desaprobación, pero casi nadie se ha preguntado por ejemplo, si efectivamente es cierto que el voto que salvó la reelección a última hora en el congreso fue comprado, ¿ese delito hace ilegal la reelección? No se han preguntado eso porque el honorable gobierno ha restado importancia al tema y en cambio ha hecho todo lo posible por generar bombas informativas que ocupen a los medios y distraigan a los espectadores (la masa estúpida). Yo me pregunto cómo es que muchos piensan en la segunda reelección…

Parece ser que en este país hablar, contar la verdad, destapar ollas podridas no sirve de nada, porque los dirigentes políticos (¿debería decir parapolíticos?) son “intocables” y la gente es tan imbécil que pese a todas las barbaridades que cometen siguen agachando la cabeza frente a ellos y rindiendo pleitesías.

Es hora de despertar… de poner a funcionar el sentido común (el menos común de los sentidos) y de tomar una posición crítica y activa frente a lo que pasa. La guerrilla, los paramilitares y los políticos que tenemos le han hecho mucho daño a este país, pero más daño le hace la indiferencia de los ciudadanos.

No creo que el camino sea la izquierda y mucho menos la rebeldía, pero este por el que vamos tampoco es. El país no va por buen camino, detrás de todo lo que se nos muestra hay mucho de perversidad y muchos intereses maquiavélicos que infortunadamente no se pueden revelar, pero que existen y que están llevando a esta sociedad y a este país hacia una hecatombe en la que unos cuantos ganan, pero todo el país pierde.

miércoles, 30 de abril de 2008

CABALLOS, AGUARDIENTE Y UNA ZONA DE TOLERANCIA…


A 96 kilómetros de Medellín existió una de las zonas de tolerancia más famosas del país.


Los pueblos de Antioquia tienen tantas historias para contar como personas los habitan. Son ciento veinticinco municipios en total, en donde la diversidad étnica, cultural, social y económica enmarca un panorama amplio y conducen por caminos inimaginados para muchas personas. El oriente antioqueño, es la subregión más próspera y con más desarrollo en infraestructura, tecnología y talento humano del departamento. En ese territorio compuesto por veintitrés municipios está ubicado el Aeropuerto Internacional José María Córdova, empresas como La Compañía Nacional de Chocolates, Postobón, Pintuco entre otras. Igualmente, allí están La Universidad Católica de Oriente y sedes de la Universidad Eafit, la Universidad de Medellín, la Universidad de Antioquia y la Universidad Pontificia Bolivariana.


Cuenta con una de las diócesis más importantes del país, la de Sonsón-Rionegro y alberga a “LLanogrande”, el barrio campestre más lujoso y prestigioso del territorio antioqueño, incluso por encima del Poblado de Medellín, además de estar allí los terrenos más costosos de la geografía nacional.


Un poco más alejado del epicentro desarrollado y urbanizado, está Sonsón, un municipio de cuarenta y cinco mil habitantes, ciento cinco veredas, seis corregimientos y todos los pisos térmicos, desde el páramo hasta el cálido en el Magdalena Medio. Con doscientos ocho años de historia, ha sido el pionero del desarrollo y la cultura de gran parte del oriente antioqueño y de algunos poblados del departamento de Caldas, inclusive su capital Manizales, así como del norte de los departamentos del Valle y el Tolima. Su casco urbano tiene una temperatura promedio de 15º centígrados, aunque en la noche y en las madrugadas, esa temperatura desciende considerablemente. Y en ese ambiente de pueblo frío, es normal que en la tarde de un sábado o domingo (a veces ambos días) un grupo de personas se reúna en un lugar acordado previamente, con sus caballos ensillados para dar comienzo a una cabalgata por las principales calles del pueblo y sus alrededores. El número de caballistas es variable, a veces cinco o seis, a veces diez o veinte o más. Fue precisamente en una de esas cabalgatas, a la que fui invitado, donde pude conocer más a fondo la historia de Tierrabaja, la zona de tolerancia de Sonsón que, en su momento, llegó a ser una de las más reconocidas del departamento y del país.Empezamos a cabalgar hacia las cinco de la tarde de un domingo que había estado frío y en el que nubes grises en el cielo amenazaban con descargar un gran aguacero sobre el pueblo, pero eso no fue impedimento para que montáramos los caballos y empezáramos el recorrido. Inicialmente fuimos hasta el parque principal e hicimos la primera parada en la cantina El Astor, donde nos tomamos -al menos yo- el primer aguardiente de la tarde. Después de charlar y compartir un momento con los demás caballistas, algunos sin bajarse del caballo, se dio la orden de partir. La siguiente parada sería “donde las monas”.


En realidad no es que la cantina se llame así, sino que es atendida por un grupo de mujeres “monas” y, al parecer, es de más fácil recordación para los hombres del pueblo, ese apelativo que el nombre del lugar. De esa manera, entre un aguardiente y otro, una cantina y otra, charlas, comentarios y recorridos por la Sexta y la Séptima las dos calles principales del municipio, entre el Parque Principal y la Plazuela de Henao, la tarde fue cayendo y la noche llegó. Aunque el clima descendía notablemente, sobre los caballos ese cambio no se sentía.


Finalmente, se dio la orden de ir a La Jonda, donde sabía encontraría la historia que había ido a buscar. Cuatro cuadras abajo del parque principal, por la Sexta, está ubicada esa cantina, que más bien parece un museo, tanto por la cantidad de objetos antiguos que cuelgan de su techo y paredes, como por su propietario, don Gilberto.


Entré y me ubiqué en frente del mostrador, sentándome en una silla de montar a caballo, ubicada sobre un soporte de madera, que hace las veces de butaca. Empecé a hablar con don Gilberto y a pedir información sobre el lugar y los objetos que había allí. Él muy amablemente respondía a cada una de mis preguntas, pero por momentos era cortante y reacio a hablar de algunos temas. Afortunadamente para mí, el también estaba tomando aguardiente, lo que me facilitó el trabajo, ya que “con unos cuantos tragos encima”, empezó a hablar.


Le pregunté directamente por la zona de tolerancia y no tuvo ningún problema en responderme: “empezaba aquí una cuadra más abajo, eran veintiocho cantinas con ciento treinta mujeres, un consultorio y varios calabozos que utilizaban para encerrar a los que tuvieran algún problema, generalmente a machete o pico de botella, originado por “líos de faldas” ya que el comando de policía estaba muy lejos y no tenían tiempo de llevarlos hasta allá, debido a que al momento se armaba otro alboroto. El consultorio era para atender a las mujeres una vez al mes y certificar que no tenían ninguna enfermedad venérea, entonces el médico iba, las revisaba y les daba un carné que además de ser requisito para poder trabajar, los clientes podían exigirles como prueba de que estaban sanas. En épocas de navidad, semana santa, fiesta del maíz e incluso en feria de ganado, los negociantes de la zona viajaban a Dorada, Aguadas (Caldas) y Medellín a conseguir las mujeres que atendían a los señores que frecuentaban Tierrabaja.


Las mujeres sólo podían salir de la zona con permiso de la policía. Lo hacían con un salvo conducto y podían ir a misa y al hospital. No les era permitido andar por las calles del pueblo. Los miércoles salían en grupos a bañarse en la quebrada Santa Mónica y los muchachos de los colegios se iban igualmente para ese lugar a gatearlas, pues en esa época no existían vestidos de baño y muchas de ellas se bañaban desnudas. En las habitaciones había una toalla, una ponchera con agua y una jarra, para asearse antes y después del acto sexual, porque tampoco había baños”.


Según don Gilberto, era común que un fin de semana llegaran a Tierrabaja, hasta doscientas personas a caballo, de todas las veredas de Sonsón y de pueblos vecinos como la Unión, Abejorral, Nariño, Argelia y Aguadas (Caldas), buscando el servicio de las mujeres repartidas en las 28 cantinas, además de la clientela del propio casco urbano, pero esa zona, también era un espacio de mucha cultura, pues dicen que allí no sólo se buscaba placer en las actividades sexuales, sino que los muchachos sonsoneños, bajaban a encontrar tertulia con otros más veteranos, incluso sus propios padres los llevaban para que reconocieran el mundo de la masculinidad y del machismo paisa.


Don Gilberto, manejaba 12 mujeres y era un típico proxeneta. Todas las prostitutas que llegaban a trabajar a Sonsón, se dirigían a su negocio y él las ubicaba en las cantinas que necesitaran nuevas trabajadoras o las dejaba trabajando con él.


El pago se hacía bajo dos condiciones: si la mujer consumía en la noche Pistola (tomar agua por aguardiente y vino por ron), las ganancias se partían por mitad. Cincuenta por ciento para la mujer y cincuenta por ciento para el cantinero. Si la mujer consumía licor real, todo el dinero era para el cantinero. El único pago de la mujer, era el trago que consumía, pero con la condición de que no se emborrachara, para que tanto ella como los clientes consumieran bastante y la cuenta aumentara.


Cuenta don Gilberto, que cuando el consultorio fue cerrado, la policía iba hasta tierra baja y llevaba a las mujeres en fila india hasta el hospital. “Eso era un recorrido de cerca de 15 cuadras, lo que las ponía como atracción de circo y objeto de los insultos y comentarios denigrantes de las ‘señoras’ del pueblo”.


La zona de tolerancia empezó a desaparecer con la llegada de las drogas y los grupos de limpieza social, que obligaron a cerrar muchas cantinas y a que las mujeres se fueran o se diseminaran por todo el casco urbano.


La conversación con don Gilberto avanzaba en forma muy amena, hasta que me preguntó (supongo que porque yo estaba acompañado por un amigo médico): ¿usted es médico? Yo le respondí: no, periodista. En ese momento su actitud cambió y volvió a estar tan distante como al principio. Poco después la orden de montar los caballos y partir de nuevo se escuchó y así lo hicimos. La cabalgata continuaba, pero yo ya tenía parte de la historia que había ido a buscar. Al menos don Gilberto, quien a sus 69 años ha tenido cuatro esposas de las que le han quedado 20 hijos entre esos una niña de cuatro años, ya me había dicho lo más relevante, me había contado el pasado de Tierrabaja

jueves, 24 de abril de 2008

EL HOMBRE, EL AMIGO: EDGAR


"Un homenaje a un amigo, porque estos se hacen en vida... ambos"

En el trasegar de la vida se encuentran personas tan poco comunes que son cautivadoras e inspiran confianza y sentimiento de amistad casi automáticamente. Sin duda, esas personas marcan el comienzo de nuevas formas de relacionarse y sobre todo, de disfrutar nuevas experiencias, como compañeros y amigos. Sin embargo, siempre es bueno conocer un poco más de esas personas para descubrir otras facetas inexploradas y profundizar los sentimientos de admiración, respeto, aprecio y confianza.


Edgar León Amaya Fernández, es un amigo que conocí hace algún tiempo (no recuerdo cuánto) en Sonsón (Antioquia). Hijo de Adán y Fanny y nieto de Vicente Fernández, no el cantante, pero sí seguramente un hombre tan digno como esta, nació en Itagüí (Antioquia) hace 31 años, segundo entre tres hermanos y es Tecnólogo en Costos. En la actualidad es el jefe de cartera del departamento prejurídico de un Pull de Abogados de Medellín, tiene estudios en Psicología que pronto retomará y estudia Ingeniería Financiera en el Instituto tecnológico Metropolitano.


Edgar vive solo, tiene una relación de pareja de 2 años con la cual piensa conformar un hogar estable y como él mismo lo manifiesta "tiene un círculo de amigos pequeño", los cuáles son, en su mayoría mayores que él. "Están muy relacionados con el área del arte, son personas muy calmadas, de gustos similares a los míos, son alegres, dinámicos, y muy estudiosos, les preocupan los temas sociales y la mayor característica es que son todas locas, jejeje". Afirma y ríe, porque reconoce que al igual que él, sus amigos son homosexuales. Además manifiesta que una de las razones por las que vive solo es porque "uno como gay, no espera salir de la casa casado, sino que yo siempre había querido tener mis propias cosas, mi espacio, mi intimidad". Y agrega: "me gustaba esa responsabilidad y más cuando tengo pareja, por la parte de mi intimidad".


Pese a que su rama es la economía, tiene un pensamiento político claro y estructurado y es sensible frente a las problemáticas que vive el país, lo que se hace evidente al manifestar que "lo veo [al país] en una situación histórica realmente difícil, me preocupa demasiado su crisis política, su crisis social que está alimentada por los grupos armados, las pocas oportunidades laborales, académicas y de salud, no creo que Colombia esté pasando por un buen momento y tampoco veo medidas claras y oportunas que permitan detener un poco esta crisis. Ahora apuntaría a dos cosas: la reforma política inmediata, con un alto tribunal y el acuerdo humanitario ¡urgente!"


Edgar es un ser humano absolutamente extrovertido, alegre, con una amplia facilidad para el humor negro y de gran aceptación y popularidad entre sus amigos; impulsivo (lo que reconoce como un defecto), pero una persona de la que, según él, se puede esperar nobleza, sinceridad, lealtad, alegría, confrontaciones. Y esto último sí que es cierto, pues ya lo he comprobado.


En todo caso, Edgar reconoce que no puede solucionar las problemáticas del país, pero también es conciente de que "no se trata de hacer cosas grandes que cambien la historia, pero por lo menos procuro generar conciencia en mi entorno de la verdadera situación por la que estamos pasando, que debemos saber elegir a quienes políticamente llevan las riendas de este país, que no debemos utilizar el voto solo por utilizarlo..."Así piensa el hombre que no tiene una proyección de su vida dentro de 20 años, porque tiene unas metas más próximas. El hombre que se ama a sí mismo por encima de cualquier otra cosa y que disfruta viajar, cocinar y principalmente, compartir con las personas que quiere. VSM.

miércoles, 23 de abril de 2008

EL OTRO CENTRO, EL DE LA CULTURA

En el centro de Medellín se ven diariamente personas de diferentes colores, olores, texturas, sabores… Sí, mucha gente que avanza en infinidad de direcciones, sin un rumbo aparente, algunos con una prisa extrema, tanta que podrían llevarse por delante a quien tuviera la osadía de atravesarse en el camino y otros con un parsimonioso paso que raya en la lentitud, elemento extraño en el congestionado centro, más aún en la Plaza de las Esculturas o Plaza Botero.
En ese panorama multicolor, lleno de ruidos que van desde el apacible fluir inagotable del agua en las fuentes, pasando por el correr y reír de los niños, el rápido pasar de El Metro, los susurros de toda la gente hablando a la vez con sus acompañantes o por teléfono, hasta el estrepitoso rugir de los motores de los carros, especialmente de servicio público, en ese panorama cargado de historias sin contar, de un pasado tenebroso y de un presente desconcertante, donde fácilmente uno es atracado en una de las bancas ubicadas al lado de las esculturas a las once de la mañana –lo digo por experiencia propia- y donde miles de personas trabajan en infinidad de oficios, algunos de ellos desesperantes y desesperados como quienes reparten papelitos anunciando y promocionando productos y servicios tan variados como insólitos y hasta irrisorios, aparecen imponentes, majestuosas y a veces desvaloradas dos edificaciones: El Palacio de La Cultura, hermoso por fuera, pero una verdadera joya por dentro y el Museo de Antioquia, centro de la cultura Paisa.
Entrar al Museo de Antioquia nunca deja de ser interesante. Siempre hay algo nuevo para ver. Desde exposiciones vanguardistas hasta citas con la historia, como por ejemplo, el compendio del pasado de una empresa tan tradicional en Antioquia como la arepa, claro, se trata de la productora del principal acompañante de la arepa, el chocolate. Pero más que la exposición en la que se recrea desde los primeros empaques y anuncios publicitarios que utilizó la Compañía Nacional de Chocolates para su producto estrella, el Chocolate Cruz, hasta un vídeo proyectado en una pantalla LCD, de la actual producción del chocolate en las plantas de Ríonegro y Bogotá, quiero centrarme en el Palacio de La Cultura, que me impactó enormemente, tanto por la arquitectura escondida dentro de esos muros “de cuadritos” expresión popular entre la gente, como por el panorama que se puede apreciar desde su cúpula.
Me atrevo a decir que nadie, excepto los turistas, cuando va al centro, se toma el tiempo para observar lo que hay a su alrededor y menos aún, por ejemplo, se interesa por mirar hacia la cúpula del palacio de la Cultura. No se hace ni en Metro, ni caminando, ni en bus, ni en particular, ni en taxi… Estoy casi seguro de que pocos saben que ahí fue inicialmente la sede de la Gobernación de Antioquia o que es posible subir a la cúpula y mirar el centro desde allí, o que ahí funciona un teatro en el que proyectan películas de cine… Yo no lo sabía.
La vista que se tiene desde la cúpula del palacio de la Cultura, hacia el centro de Medellín y particularmente hacia La Plaza de las Esculturas, no es comparable siquiera con lo que se ve desde cualquier otro punto, abajo. No es común ver en una posición completamente lateral el Edificio Coltejer y poder identificar claramente su forma de aguja o apreciar el movimiento de la gente que se desplaza en todos los sentidos, el “gamín” que se baña tranquilamente en la fuente de agua, el Metro que pasa velozmente cargado de gente que ni se inmuta siquiera por lo que pasa allá afuera, aunque todos ven, pero estoy seguro de que pocos o nadie mira –eso también es experiencia propia-.
Lo cierto es que cada persona, cada movimiento, cada ritmo de vida, hacen parte de una gran cultura, la cultura Paisa que crece, vibra y se proyecta al país y al mundo. Una cultura que si bien en muchos lugares del departamento y de la ciudad, distan mucho de parecerse al corazón de la capital, tiene allí un legado histórico para muchos desconocido, pero mágico y permanente que está ahí, listo para ser descubierto, explorado y contado, pero también listo para contar esa otra historia, esa otra ciudad alejada del fulgurante ritmo de vida moderno…
Por mi parte, la visión del Centro y particularmente de La Plaza de las esculturas ha cambiado y ahora, cada vez que pase por allí a pie, en carro o en Metro, será inevitable levantar la cabeza, mirar hacia el Palacio de la Cultura, recordar y, sobre todo, querer volver. Porque ahora, mi percepción de ese espacio es diferente y solo yo, en medio de tanta gente, sabré y me sentiré orgulloso de haber estado en lugar que pocos conocen y que pocos han pisado. Ahora conozco parte del otro centro, el de la cultura.
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miércoles, 16 de abril de 2008

SEGUNDA VIDA, ¿COMPONER LO DESCOMPUESTO?


Con el auge de la Internet y de la virtualidad, ahora es posible tener una segunda vida en el mundo electrónico, paralela a la real. Esto es viable gracias a un sitio en internet en el que se puede crear una vida a imagen y semejanza de lo que cualquiera querría.


Secondlife.com, es la página que permite tal maravilla. Y digo maravilla porque en esa otra vida sí se puede alcanzar la perfección, o al menos esa es la promesa de los creadores. Sin embargo, no está al alcance de todas las personas, pues es necesario pagar una membrecía para poder acceder a la “segunda vida”.


Es tan grande la posibilidad que incluso se puede tener un similar (su 'alter ego' virtual creado a la carta) en 3D que vive, come, trabaja, juega, ríe, se enamora o es multimillonario, político, modelo, un genio, lo que quiera, porque la vida la construye usted. Es algo así como construir el yo ideal en un mundo virtual.


Además, este universo digital tiene sus propios medios informativos, centros comerciales, cines, transporte y hasta su propia moneda, el Linden Dollars, que puede ser intercambiada en el mundo real, por divisas reales. Y no solo eso, además, como en el mundo real, es necesario comprar un terreno y edificarlo para poder tener una empresa o una vivienda. Como quien dice, una copia del mundo real en el que también hay buenos y malos, mítines, robos y asesinatos. La diferencia, es que Second Life, es un mundo hecho a la carta.



En este universo digital en el que ya habitan cerca de 10 millones de personas virtuales, es posible tener una segunda súper vida, lo que quizá se convierte en una oportunidad para generar otro tipo de dinámicas, construir la existencia ideal o superar las frustraciones de este mundo y hasta componer lo descompuesto. Algo así como la gran oportunidad para enmendar esos errores que ya se cometieron en esta vida (en la que no se pueden cambiar) y tener un verdadero control sobre las vivencias.


Lo mejor, es que gracias a ese mundo, en el que todo empieza como un juego, muchos se han hecho ricos en la realidad y otros tantos han encontrado la vida que en este mundo de reales, les fue esquiva.


Sin duda, todo un mundo por descubrir. Y usted, ¿qué tipo de vida crearía?

miércoles, 2 de abril de 2008

LO BONITO Y LO HERMOSO, LO FEO Y LO HORROROSO


Somos tan ilusos que queremos que todos nos vean de la misma manera y, peor aún, juzgamos lo que vemos como absoluto e inalterable. Tenemos concepciones de la belleza tan variables como tipos de personas puede haber.


Recorriendo nuestro bello, pero a veces cruel idioma castellano, me encontré con la definición de belleza tal como sigue: “Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas”. La definición por si sola es desalmada, pues da a entender que lo que no es bello, es decir lo feo y los feos no merecen ser amados.


De entrada, esta definición cosifica, o sea que da pie para pensar que la belleza no es aplicable a las personas, sino a los objetos inanimados. Sin embargo, nosotros igualmente juzgamos a las personas según nos parezcan bonitas o feas. Nos hemos dejado llevar por cánones de belleza poco convencionales impuestos desde unas esferas inalcanzables para muchos, lo que ha ocasionado que la mayor parte de la gente haga lo que sea y como sea para parecerse a ciertos personajes, que en todo caso nunca lograrán igualar.


Afortunadamente, la belleza es tan relativa como casi todos los juicios humanos. Personas que para algunos pueden ser bonitas, para otras terminan siendo feas u horrorosas y viceversa. A lo que me refiero es a que la valoración que hacemos depende de nuestra percepción del mundo y de la manera como logramos relacionarnos con ciertos grupos sociales. En los estratos altos la percepción y aceptación de la belleza es muy diferente de la que se da en los estratos bajos, debido a que gran parte de la belleza está determinada por agentes externos como accesorios, ropa, lugares que se frecuentan, actitudes, gestos y ademanes y condiciones socioeconómicas que llevan a una identificación específica. Además, si somos realistas, es necesario decir, que una persona conduciendo un automóvil último modelo que cuesta 120 millones de pesos, se ve más bonita que un modelo sentado en la banca de un bus del año 1980.


El ejemplo es un poco exagerado, pero es el reflejo de la sociedad estereotipada en la que vivimos. El viejo cuento de que lo importante es el interior o de que la belleza está por dentro, hoy por hoy agoniza por la sencilla razón de que todo entra por los ojos.


Entonces, cada persona es quien define qué es lo bonito y lo hermoso, lo feo y lo horroroso. Pero en todo caso, debe entender, si es medianamente inteligente que su juicio no es absoluto y que puede que lo que para ella sea lo más hermoso del mundo, para otra no llegue siquiera a ser digno de admiración.

miércoles, 26 de marzo de 2008

¿Y LA LEALTAD?

La lealtad es el cumplimiento de las leyes de la fidelidad y las del honor y tiene una gran relación con la verdad. Sin embargo, en muchas ocasiones somos desleales con nuestros amigos, compañeros y familiares. Ser leal es un principio, pero pocos son capaces de mantenerlo como esencia del hombre de bien y de no sucumbir ante lo que se presenta en la vida cotidiana.

Tenemos un concepto y un arraigo tan débil de la lealtad que terminamos haciendo cosas que lastiman a esas personas que decimos querer, sólo por vivir algunas cosas que, en todo caso, nunca serán tan buenas o imprescindibles como para no rehusarse a ellas o no poder buscarlas en otro entorno, lejos de quienes nos aprecian y apreciamos.

Tenemos amigos de nombre y tal vez por ello no los respetamos lo suficiente como para serles leales, sinceros, para no traicionarlos por acción, omisión o por desconocimiento (si desconocemos queda la duda de qué tan fuerte es ese lazo de amistad, pero en todo caso, siempre, por el mero hecho de que se llame amigo, debe recibir de nuestra parte sinceridad, respeto y lealtad).

Ojala fuéramos capaces de reconocer que no somos leales, que tarde o temprano terminamos traicionando a quienes tenemos cerca y que somos absolutamente cobardes para aceptarlo, reconocerlo y asumir las consecuencias. No hay duda de que el ser humano es un ser social, pero tampoco de que es infinitamente cruel, cobarde y descarado. Siempre el bien particular prima sobre el general (aunque las leyes digan lo contrario) y para alcanzar lo que queremos no nos importa pasar por encima de quien sea, así después terminemos amargamente arrepentidos.

No se trata de dejar de tener intereses propios y personales, sino precisamente, de respetar esos intereses que otros, nuestros amigos, compañeros, padres, hermanos y demás personas que están a nuestro lado, ya tuvieron.

¡Cuidado! Que nunca un amigo o una de esas personas que dice querer, le tenga que recriminar o preguntar: ¿Y LA LEALTAD?